por Equipo Zancada
Esta tercera temporada de House Of Cards, una de nuestras producciones favoritas de Netflix, dejó en segundo plano las intrigas que anteriormente se encontraban más en la superficie para darle protagonismo a la evolución de la relación entre los Underwood.
Por eso, creo, algunos consideraron esta una temporada más fome, pero debo decir que me gustó el giro y, por sobre todo, me gustó un montón Claire en esta última entrega. En temporadas anteriores la veía sólo como una parte idéntica de Frank –calculadora, sumamente fría y en extremo ambiciosa– pero en la nueva temporada se nos mostraron más matices de ella y lo más importante, sus “puntos débiles” y cómo los enfrenta para que no se interpongan frente a sus enormes planes. Quedé muy interesada en saber qué pasará ahora con ella y qué pasará con Frank después de las decisiones que tomaron.
J.
– Es muy difícil superar una partida tan poderosa como sus finales de temporada. Como que nos malacostumbramos y ahora todo se nos hace poco.
– Siempre me ha gustado el personaje de Doug, me gustó que se concentraran en él y en lo que iba sintiendo, tiene lo que llamo incapacidad para recibir cariño. Ese sería el menor de sus problemas, claro.
– El final de Doug y Rachel es lo más cercano a la peor de mis pesadillas, al peor de los miedos. Es lejos el momento más tétrico de la temporada (o de la serie), peor que lo de Peter Russo, peor que lo de Zoe Barnes. Doug adoraba a Rachel, y fue capaz de la mayor de las crueldades por su lealtad a Frank. Brígido.
– Cuando Frank le escupe al crucifijo de la iglesia me pareció una escena demasiado caricaturesca, pero en el momento en que el crucifijo se cae, me salté de miedo! Me muero de un infarto si me pasa algo así.
– Me cuesta creerle a Jackie cuando tiene crisis de conciencia, pero me gusta su personaje.
– Horrible lo que le pasa a Remy cuando lo detienen sin documentos en el auto, horrible la discriminación.
– Acá –y en la política de la vida real–, se da mucho eso de mantener al enemigo cerca. Pura estrategia.
P.L.
– Me encanta la relación entre la periodista seca (que es la policía en Gone Girl) y el escritor del libro (mino; echaba de menos a un guachito aparte de Remy y del fotógrafo ex de Claire).
– Claire y Francis tienen sexo por primera vez en pantalla en esta temporada. Creepy. (Antes sólo habíamos visto el trío con Meechum).
– Uno de mis momentos favoritos de la temporada: cuando Dunbar anuncia su candidatura. Al fin algo inesperado, importante, y protagonizado por una campeona.
– El suicidio del activista gay en Rusia es otro de los momentos poderosos de la temporada; tanto que no sé cómo Claire logra superarlo, siendo que el tipo se mató con SU bufanda, mientras ellas dormía y, a fin de cuentas, en gran parte por su culpa.
– Siento cierto placer culpable cuando los Underwood logran sus objetivos, como cuando Claire se termina metiendo a la fuerza a la ONU.
– Me encantaría andar en un avión como el Air Force One.
– Sigo sin entender cómo Francis es demócrata.
– Pobre Doug. Mátenlo de una vez.
– Seth es muy malo, y su nariz muy rara. No pensé que iba a durar tanto en la serie, otros más interesantes se han ido/muerto hace rato.
– Me extraña que las Pussy Riot hayan querido ser parte de una serie -y de un capítulo- tan chauvinistamente gringo.
– Lo mejor de la serie: el poder femenino. Claire, Dunbar y Jackie son las protagonistas al fin.
– Creo que tengo que aceptar que esta serie no me gusta tanto; en la segunda y esta temporada de a poco empezó a transformarse en esas series que veo mientras estoy haciendo otra cosa. Simplemente nunca superé la muerte de Zoe.
MYP
– Amo que Doug Stamper no haya muerto. Lo encuentro hasta mino
-Siento que en esta temporada han habido diálogos y escenas realmente absurdos. Que Frank Underwood ya cruzo la línea de la ridiculez con su maldad
Onda cuando mea la tumba de su papá o escupe a Jesús, fue como YIAAAAAA
Nadie es tan malo todo el tiempo.
EA
– Nunca podré superar lo mucho que me gustó la primera temporada. No sé si fue la novedad de la caricatura de la política o crueldad de los personajes bien reales, había algo que no me ha logrado fascinar en las dos temporadas siguientes. La encuentro súper buena, pero no me sorprende.
– En esta temporada, donde por fin Frank Underwood llegó a ser presidente, las peleas políticas jugosas quedan en segundo plano y se centra en su relación con Claire. Y conocemos el lado más cínico y vulnerable de la pareja, y lo muy disponible que están para hacerse daño por lograr algún fin mayor.
– Frank Underwood se manda unas escenas brígidas! Como por ejemplo una de las escenas del final donde le grita a Claire, tratando de intimidarla y usar su poder… o cuando le escupe a un crucifijo dentro de una iglesia.
– En esta temporada a Claire todo el sale mal, y es triste ver todo lo que se esfuerza y mete las patas a cada rato.
– No me interesaba nada la historia de Doug Stamper, fomeeeeee. Igual reconozco que me impactó cómo terminó su obsesión por Rachel.
– Otras de las cosas que me gustaron, fue la transformación de dos personajes: Heather Dunbar y Jackie Sharp. Dos mujeres campeonas que hacen el intento por sacar a Frank, y que les guste o no en el camino terminan aflojando con las “buenas prácticas”.
– Adoré todas las escenas adentro del avión presidencial. Quién no quiere un avión privado?
– Pelacable pero entretenido todo el episodio con Viktor Petrov (Vladimir Putin) y la comida con las punketas de Pussy Riot.
– Como siempre, Claire se luce con su clóset, looks, corte de pelo (me encantó cuando se tiñe el pelo negro!) y vestidos de gala.
– No logré entender mucho el rol de la historia del escritor Thomas Yates que hacía su biografía, era entretenidas sus conversas con Frank y Claire, pero bien poco creíble. Me encanta este actor, Paul Sparks, desde Boardwalk Empire. (Y la trivia freak: está casado con la actriz que hace la escena de la casa con la guagua, cuando Claire estaba haciendo campaña puerta a puerta).
C.Q.
Me la terminé hace dos días y aún estoy triste por eso. ¿un año de espera? Yo hallo muy guapo a Doug, así que seguí esa historia con mucha atención, igual me gustaba Rachel…pobre niña, estando en la primera temporada donde no debía…las mujeres, secas. Jacquie me dio mucha pena, tan manipulada hasta el punto de casarse y verla aún enamorada de Remy…igual creo que la primera temporada es la mejor, pero esta más intimista igual me gustó mucho…
Aviso de spoiler.
No habrá jamás otra temporada como la primera. Pero está tercera estuvo suuuper buena! Impactante el final con Claire finalmente resolviendo sus dudas y Frank quedando solo. jejeje. me encanta cuando Frank sufre.
Doug es un personaje bacán, me dio pena que Rachel muriera le tenía harto cariño.
Pensé que yo era la única que encontraba mino al escritor…esa voz es muy guau!
Entre los mejores momentos fue cuando Jackie le da su apoyo a Heather y Remy deja a Frank. – y cuando el Pdte de Rusia pide a Frank la renuncia de Claire. Y obviamente el final de temporada. Como dije, me encanta que a Frank no le resulten las cosas.
Doug Stamper, por la chucha :'(
¡Edición urgente, chicas! Hay varias faltas de ortografía bien feas (“capáz”, “pero” en vez de “peor”), ojo ahí. La credibilidad y la reputación de un medio de comunicación se juega en estas cosas.
Saludos,
Por un momento pensé que Claire anunciaría su campaña presidencial.
Hubieron partes muy impredecibles y eso me gustó mucho. Ahora a esperar un año mas para la cuarta temporada 🙁
No me ha gustado tanto la tercera temporada =(