Por qué creo que “13 Reasons Why” es una serie indispensable

por Carola

No quería escribir este post sin antes haber visto los 13 capítulos de uno de los últimos lanzamientos de Netflix: 13 Reasons Why. Vi cada capítulo con un nudo en la garganta, con una sensación espantosa de angustia, pero es algo que, de vez en cuando, tenemos que hacer. La historia habla del suicidio de una chica (Hannah Baker) y de las cintas que deja explicando por qué toma esa decisión.

Cuando comencé a verla sentí que era una serie juvenil. Luego, me di cuenta que todo el mundo debería verla, desde los chicos que hoy están en el colegio, sus padres, e incluso debería ser material de discusión en clases. Tengo 31 años y en mis tiempos escolares vi todo tipo de bullying posible: golpes, insultos, mochilas volar por el tercer piso, niños dentro de un basurero gigante en el patio, rayados en el baño y un largo etcétera. Fui a un colegio particular, con padres que, en las reuniones donde muy de vez en cuando se trataba algún tema como la violencia o el abuso de alcohol, decían: “obvio que mi hijo no” y todo quedaba ahí.

Logré sortear con relativo éxito el colegio, sufrí un episodio de bullying durante algunos meses el año en que entré, pero luego todo se zanjó con mis compañeros. Luego, me tocó el turno a mí de ser parte de un grupo de malditas que le hizo la vida imposible a una compañera, afortunadamente por un tiempo breve – aunque para ella debe haber sido una eternidad-, y también lo zanjamos, crecimos y pudimos ser grandes amigas. De todos modos nunca lo he podido olvidar y me avergüenzo ferozmente cada vez que lo recuerdo. Viví las dos caras de la historia y también fui testigo mudo. Piénsenlo. ¿No recuerdan ese compañero o compañera del que todos se reían? ¿El gay que con suerte estaba procesando lo que estaba viviendo, mientras sus compañeros le gritaba ‘fleto’? ¿Esa niña de un curso mayor que era la ‘maraca’ que se agarraba a todos, pero nunca había testigos, sin embargo todos echaban a correr el rumor como si hubieran presenciado los hechos? No conozco a nadie que no haya vivido o sido testigo de algún episodio de bullying. Agradezco no haber estado en el colegio hoy, en la época de las redes sociales, de los memes. No me gustaría estar en el lugar de los miles de niños y niñas que sufren hostigamiento, y que ni siquiera pueden sentirse seguros en sus casas porque, sin importar la hora ni el día, los memes, fotografías, audios, circulan impunes y libres por grupos de whatsapp.

Algunos creen que es cosa de niños, que el colegio es así, que los niños pueden ser crueles. Yo creo que no, que es nuestra responsabilidad como adultos hacer algo al respecto: educando, escuchando, abriendo los ojos. Por eso creo que 13 Reasons Why es una serie indispensable, porque Chile tiene una tasa de suicidio adolescente vergonzosa y preocupante. Es la segunda más alta de la OCDE y, según datos del MINSAL, la mortalidad debido al suicidio en adolescentes llegaría en 2020 a 12 por cada 100.000 habitantes. ¿Sacaron la cuenta? Es una cifra enorme.

Por eso los/las invito a verla, porque nos hace bien enfrentarnos a eso que dejamos bajo la alfombra, porque así aprendemos y podemos hacer algo por esos niños y niñas que hoy y mañana estarán pensando que su vida no vale lo suficiente. Porque podemos enseñarles que nadie merece sufrir por ser quién es, que todos valemos y todos merecemos respeto. Tema aparte es algo que aparece muy claramente en la serie: la violencia sexual. Existe y necesitamos sacarla a la luz. No podemos seguir aguantando que niñas, niños y adolescentes sean abusados –incluso por sus propios pares- y que nuestro sistema les devuelva un: te lo buscaste, estabas borracha.

La seria además tiene una banda sonora buenísima y un casting impecable que incluye a Kate Walsh, la madre de Hannah, quien busca desesperadamente verdad y justicia.