Francisca R. es médico nutrióloga y le gusta mucho viajar. Su paso por La Serena completa la séptima ciudad en que ha vivido en sus 32 años de vida. Pronto dejará la cuidad y para ella escribir esto va acercando un poco más la despedida de un lugar donde fue muy feliz. Lee Zancada desde que su mejor amiga se lo mostró hace al menos 9 años, y ahora comparte su experiencia con nosotras.
Ayer tuve un mal día. Las cosas me salieron lo opuesto a lo que había planeado y la consecuencia fue que no cumplí como debía con todo lo que quería hacer. Cuando iba de vuelta a mi casa lo primero que hice fue contarle todo lo que había pasado a mi mejor amiga.
Irremediablemente empecé a sentir ese dolor de cabeza pesado y molesto que no se va con nada. También me han dado ganas de arrasar con todo lo dulce y rico que encuentre a mi paso. Pero nada de esto es tan terrible como lo que me pasa anímica y emocionalmente cuando ando premenstrual y, por qué no decirlo, también durante los días de regla.
Creo que mientras nos dedicamos a pedir sólo sanciones, dejamos de ver que en otro lugar de Chile puede haber hoy mismo, en este momento, otra Sophia. O en algún otro lugar puede estar creciendo un niño que, en unos años más, violentará a sus hijos de manera brutal. Nada nos devolverá a Sophia, pero podemos tratar que nunca más haya un caso similar.
El 21 de agosto de 2017 me hicieron una transferencia embrionaria, última etapa de la fertilización in vitro. Fue el término de un proceso larguísimo, fuerte, agotador pero por sobre todo, y aunque suene contradictorio, hermoso, lleno de esperanza, amor y sororidad.
Las vacaciones para mí son sinónimo de playa. Lo pasé sagradamente en el Quisco hasta que cumplí 12 años y buena parte de mi infancia se resume en esos veranos inolvidables.
No sé que hacer con esta sensación que me quedó y que me ha tenido todo el día con un mal sabor. Los sueños, especialmente cuando se viven con tanta claridad puede afectar seriamente en el ánimo para bien o para mal.
¿Habrá algo especial en Friends que la convierte en una serie que puede ser vista infinitas veces? Yo creo que sí. Gracias a Marta Kauffman y David Crane, estoy casi segura de que somos muchos los que nos acompañamos con su trabajo, y si soy solo yo, por favor no me avisen.
Igual tengo la sensación de que mientras más ocupo, más los necesito, como que el ojo se pusiera flojo y uno ve cada vez peor sin ellos. No sé, tengo que ir al oculista de nuevo supongo. Al final es un hábito creado, lo mismo que aprender a cuidarlos.
Debo fumar 1 o 2 al día. No me hace feliz, pero lo siento como un recreo, un "premio" o un consuelo en algunos casos. Sé que es inmaduro de mi parte esconderme, pero pienso que antes de hacerlo abiertamente, lo dejaré.