por Mariana y punto
Cuando una serie es buena, se tiene que cachar desde la presentación que se está a punto de ver algo importante.
La imagen de los programas, series y canales de la tele no sólo la dan sus rostros, sino todo lo que aparentemente los rodea: desde la continuidad de los canales, las secuencias de créditos de un programa, y los detalles de la dirección de arte y fotografía que hacen que una serie sea bella e inconfundible. Estoy segura de que el look puede cambiar la predisposición con la que una se enfrenta a un programa, augura que al menos quienes invirtieron en ella le tenían fe, y explota al máximo una buena historia hasta hacerla total y absolutamente idolatrable.
La cara de Betty que abre todos los capítulos de Ugly Betty y la ambientación colorinche que le sigue, desde el buitre hasta el árbol en Six Feet Under, la familia de Los Simpsons sentándose en forma distinta al final de cada presentación y las fotos de Felicity son esenciales para creerse el cuento de que estamos viendo no sólo un programa de televisión, sino algo creado por gente seca que realmente le tiene cariño y admiración a lo que está haciendo.
(Este artículo –y mucho más– está disponible en la Edición Especial Aniversario Zancada, lo subimos también como post para no perdernos de tus comentarios)
Baja Zancada Especial Aniversario 2008 ahora.De entrada
Dexter y su maravillosa secuencia en que el protagonista se levanta y hace su rutina diaria pero con look criminal (freír huevos o limpiarse con seda dental pero con aires asesinos) es un ejemplo perfecto de cómo empezar una serie: anticipa en forma maestra las sensaciones y la trama que se avecinan en la serie misma.
No me imagino una serie increíble con una mala presentación, creo que disminuye dramáticamente las posibilidades de seguir al aire o, al menos, de hacerlo con clase y distinción por sobre las otras (porque According to Jim lleva como 8 temporadas, pero no es comparable a, por ejemplo, Mad About You, ni en calidad ni en nada más). O sea, Lipstick Jungle nos gusta, pero con esa presentación pésima nadie la va a recordar por siempre.
La música
La canción de los créditos también aporta en lo que es el look de la serie. Tiene buena intención en Cheers (“where everybody knows your name…”) y en Friends (“I’ll be there for you”) pero la gráfica es medio penosa en ambos casos, aunque se puede culpar a la época. Lo mismo con la gráfica de Seinfeld que era horrible, pero tenía una música característica que la hacía salvar, además de que, en su defensa, el concepto de Seinfeld le pega al tener una gráfica despreocupada.
Intermedios
Los idas a comerciales son oportunidades de mostrar un buen look en vez de la hilacha de no hacer nada. Y la que más me encanta y sorprende en eso es Ugly Betty, que si bien no tiene una secuencia de créditos iniciales (lo que no significa que sus comienzos no sean cuidados, como ya lo explicamos), sí tiene una mini cortina de ida a comerciales muy alegre y, sobre todo, gráficamente original
Voz en off
Una buena voz en off puede reemplazar -o en el mejor de los casos, complementar- un poco a la gráfica: por ejemplo Desperate Housewives, cuya presentación agarró una estética de moda en el momento (de ahí el parecido con la presentación de Ghost Whisperer), pero que salva por la maravillosa continuidad artística que le da su voz en off. Lo mismo me pasa con Gossip Girl.
Buen intento
Si bien el look es todo lo importante que expongo acá, no lo es todo. Pushing Daisies, por ejemplo, tiene una adorable continuidad y un look muy cuidado y fantasioso. A pesar de ser un híbrido entre Amelie y Everwood (la voz en off es igual!) es bella, por lo que aunque no he enganchado, celebro el esfuerzo de la puesta en escena.
Un ejemplo
Una presentación curiosa, con un ícono incluido como fue el tutú, voz en off maravillosa con los textos de Carrie y continuidad visual con los pantallazos a sus clásicas preguntas son, para mí, claves para que Sex and the City sea lo que es: mi serie preferida. Agregarle esos detalles a un guión ingenioso, protagonistas y amistad con quienes identificarse, ropa que admirar, parejas con química y buenas historias, termina de darle la imagen y dedicación que merece todo lo que tiene que ver con un programa de televisión que amamos.
El toque final
Si bien las series suelen tener una musiquita especial para cuando terminan sus capítulos, lo que a mí más me gusta es cuando, aún existiendo la musiquita esa, la serie empieza a optar por mostrar los créditos finales con la canción de la última escena. The L Word, por ejemplo, creo que se la jugó por hacerlo así desde un principio. Tell Me You Love Me también. En Six Feet Under creo que se aventuraron a hacerlo una vez avanzados, y en Sex and the City lo hicieron pocas pero buenas veces. Seguir con la canción de la última escena para mí significa varias cosas: que la serie ya está instalada y que entonces no necesita recordarnos con una cortina qué es lo que acabamos de ver, y perpetuar la sensación que sea que haya dejado la última escena, para disfrutar el capítulo en particular, y no salirse de la experiencia hasta el final de los créditos.
para mi no hay mejor presentación que la de Six Feet Under, es tan elegante y a la vez atrevida, el color, la luz, uff, esa serie era buena de principio a fin, en cada detalle.
Los Sopranos tambien me gusta, porque lo mejor es que es canción “Woke Up This Morning”, como todas las que escuchamos de la serie, son sonidos que van en la escena, no hay música incidental, por eso la música se termina cuando Tony se estaciona, apaga la radio y se baja del auto.
y ahora por ejemplo The Hills y series lolas ponen pura música filete
La música que ponen en The Hills es filete, a veces un descubrimiento y además súper pegajosas.
Si, la música de Hills es demasiado pegajosa! Hacen mucho negocio con la música, es un súper buen medio! Se acuerdan cuando hubo una semana que puro hablaban de Sean Kingston, realmente se notaba que estaba más que preparado, igual trataron que pasara piola.
La primera serie de la que fui ultra fanática fue Party of Five, la descubrí en Estados Unidos, y no entendi nada porq yo no hablaba inglés, pero me encantó como empezaba, la canción y después como se subrayaba el título con colores diferentes. Cuando la pillé en Chile no la dejé de ver hasta que se acabó.
Ahora todavía tengo la canción del comienzo grabada y me encanta escucharla porque me acuerdo mucho del colegio y el primer año de universidad.