POR QUEEN CRIMSON
A pesar de que me sigo guiando por el año chino, obvio que al terminar este año me pongo super sentimental y reflexiva. Sobre todo ahora que pareciera que desde ya varios años lo místico y astral dejo de ser tabú gracias a personas o sitios como Mia Astral o el mismo Pedro Engel.
Muchos años atrás les conté que consultaba a una tarotista (@tarotmariaelena) a la cual sigo yendo hasta el día de hoy, a modo de ayuda mas que de saber del futuro. Sigo fiel a ella por que hasta ahora solo quiero consejos y una pequeña linterna espiritual cuando el camino se oscurece.
Tengo algunas amigas que lo hablan todo en lenguaje Mia Astral, muchas deben haber escuchado cosas como es que está mercurio retrógrado”. A veces no les entiendo nada, como que prefiero dejar que las cosas sucedan y no andar tan pendiente de los astros, pero bueno, ese es tema aparte.
No podría decir cosas terribles del 2018, pero no lo pasé bien. Creo que me vi enfrentada a mi adultez de manera violenta y a asumir sentimientos y cargas que tenía guardadas. En el trabajo todo bien, pero claramente los tiempos mejores en mi área económica fueron fantasmas. A la salud no le hice el quite y pasé un principio de año con 2 meses en cama y al amor le di recién la pasada en octubre, lo que ha sido un regocijo en mi corazón. No lo pasé bien pero no fue un mal año. Aprendí a duros golpes a hablarme con honestidad y dejar de hacerme la lesa conmigo misma, algo que, a pesar de todo, dio resultados.
Me volveré a resetear con una lectura de tarot, agarraré la maleta a las 12 de la noche para poder viajar algún rincón del mundo y al final botaré unas lágrimas para lavar el alma y partir con todo este 2019.
Y qué pasa con el tarot? De qué se trata este post?