Mi pololo es lo máximo, de verdad, me saco el sombrero, pero parece que la sociedad lo asume como si él fuera “mi premio”. Frecuentemente me encuentro con comentarios como “te ganaste el loto”*
Volver al mundo adulto y retomar tus cosas cuesta después de tener guagua y en especial, cuando tu hijo empieza su ida al jardín, pero tiene un aspecto positivo: ser una mujer feliz y realizada, otorga mejores herramientas para criar a hijos felices y por ende ser una mejor mamá.
He fallado más de una vez en eso, especialmente después que nació mi hija. Quería hacer todo, y hacerlo perfecto. Y las veces en que algo se me olvidaba, era un motivo de stress. Colapsaba con frecuencia, me autoflagelaba, me cuestionaba como mamá. Y al querer hacer mil cosas a la vez, finalmente no me concentraba y no avanzaba.
Después de un largo proceso, finalmente se dio a conocer la normativa que regirá la implementación. Ya aparecieron los primeros detractores, pero lo importante es poder contar con una norma que regule un derecho que hace mucho que necesitábamos.
Connie ha sido muy clara en su postura sobre el tema de la autopercepción, recalcando que la aceptación del propio cuerpo es el primer gran paso a una autopercepción sana y positiva. Sobre eso y más conversamos con ella.
Hacerse la desentendida siempre funciona, haga como que no entiende las tallas machistas, por ejemplo. Cuando hay que explicarlas mucho pierden la gracia, usted ponga cara de confusión y no se ría.
Hace cinco años vio que no había mucha información sobre los productos cosméticos no testeados en animales, así que fundó una ONG con dos amigas, en la que trabajaban en su tiempo libre. Hoy, dedicada por completo a Te Protejo, sueña con seguir impulsando el consumo consciente y un mundo libre de crueldad hacia los animales.
El largometraje, Selección Oficial de FICValdivia 2015, ya está en cartelera del circuito alternativo de cines y Zancada habló con ella sobre el cine chileno y sus inspiraciones:
Paradójicamente, son las mujeres las que dan la cara mientras que miles de abusadores desaparecen en el anonimato, pero creo que hablarlo en voz alta tiene sentido, para que el resto de la sociedad, hombres y mujeres noten que cuando se habla de abuso no estamos exagerando.