por lucy
La semana pasada en Argentina echaron a dos mujeres de una playa por exhibir sus pechugas descubiertas al hacer topless. Al parecer a algunas personas que estaban en la playa les molestó la sola presencia de sus pezones femeninos y decidieron llamar a los pacos, quienes llegaron en una cantidad desproporcionada para obligar a las mujeres a que se taparan o se retiraran.
Finalmente se fueron, pero el asunto quedó grabado y se viralizó, lo que una vez más abre una discusión que realmente no entiendo: ¿qué tienen de malo los pezones femeninos? ¿Por qué los hombres pueden exhibir su torso libremente mientras a la mujer se le culpa por la carga sexual que conllevan para los hombres?
Yo vivo en el centro de Santiago, lo que significa que prácticamente a diario veo a hombres hacer pipí en la vía pública y muchas más veces tengo que esquivar las evidentes pozas que dejan en las veredas cuando lo hacen paredes y esquinas de los edificios. Lo encuentro innecesario y asqueroso, y sin embargo nunca se me ocurriría llamar a los pacos, ni los he visto acudir masivamente a hacer que un hombre se cubra el órgano sexual.
He escuchado a personas argumentar que somos exageradas cuando pedimos la ley de respeto callejero para evitar que hombres, entre otras cosas, nos muestren su pene con clara connotación sexual o hasta se masturben delante de una. Y también somos exageradas porque nos molesta que los pezones (pero sólo los de las mujeres) sean algo tan terrible para la sociedad que mostrarlos en una playa requiera de 20 pacos para evitarlo, que hasta Instagram los censure, o que amamantar en público siga siendo para muchos una aberración. Porque, una vez más, la culpa es de las mujeres por mostrar su cuerpo, y no de aquellos que lo sexualizan sin consentimiento.
La campaña Free the Nipple (liberen al pezón), que desde el 2012 se hace cargo justamente de promover la igualdad de derechos entre mujeres y hombres, muestra que la censura y sexualización obligada de los pezones -y cuerpos- de las mujeres son un problema global que, como muchos otros, son parte de una sociedad en la que las mujeres no tienen los mismos derechos que los hombres, y donde a nosotras se nos echa la culpa por lo que otros hacen o piensan de nuestros cuerpos.
Concuerdo plenamente con el artículo! Pero como hombre, me pregunto por qué son tan ricas las mujeres!!!!!
jajajajaja
Recuerdo que de siempre me ha molestado usar sostén y cuando era cabritilla no me colocaba y claro que se me notaba, lamentablemente, me duró poco porque ante las miradas lascivas y depravadas de ciertos hombres e inquisitivas de ciertas mujeres, por obligación, casi como una condena, nunca mas sallí a la calle sin brassier.
Victoria V me pasó lo mismo 🙁 y sigo odiando los sostenes, pero menos mal ahora existen los bralette! y creeme, aún usando bralette me miran los pezones con horror si me llega a dar frio….una boludez.