El Día de la Mujer conmemora la lucha de la mujer por su total participación en la sociedad, como un ser autónomo, como protagonista y no como propiedad ni como adorno.
Tenemos confianza en que de verdad se puede eliminar la violencia contra la mujer si seguimos sin miedo a cambiar paradigmas y derribar dogmas. Fíjense en cosas que hoy son inaceptables y antes lo eran. Se puede si somos claras y constantes, pero especialmente, si estamos unidas.
No se puede tapar al sol con un dedo, no se puede callar la voz de millones de mujeres en el mundo, no nos van a silenciar hasta que se acabe la violencia y el abuso. Queremos justicia para Antonia y para todas las que abrieron sus heridas a la luz de esta injusticia.
Hace 4 años fue como si le pasara a otra persona. Hoy cada vez que recuerdo este hecho de machismo laboral vuelvo a sentir esa inmovilidad que produce la violencia, pero ahora ya no me quedo callada.
Cuando leo o escucho historias de mujeres violentadas no puedo evitar tener un montón de sentimientos y un deseo de acabar con lo que me hace daño mí y a las demás.
“No somos histéricas, somos históricas”, decía un cartel de los que vimos el viernes en la alameda, en la jornada de la Huelga General Feminista del #8M, resumiendo en pocas palabras el sentido de la convocatoria.
Dos amigas que compartieron situaciones de abuso que habían vivido sus amigas fue el punto de partida para un proyecto que recopila historias sobre abuso y sexo no consentido. La mayoría de las historias de No fue sexo provienen de mujeres que han tenido sexo no consentido con sus parejas estables. Este finde hay exposición y conversatorio.
La justicia no siempre está de nuestro lado, lo sabemos. A veces, incluso, está derechamente en nuestra contra. Hoy escribo este post con mucha rabia, con mucha pena, con ganas de salir a incendiarlo todo. Hoy, Chile es un país más injusto y más violento con las mujeres que lo habitan, porque la justicia una vez más falló a favor del agresor y en contra de la víctima.
Vi en redes sociales varios videos que mostraban a hombres poniendo en su lugar a otros hombres con respecto a actitudes machistas y violentas que vemos a diario. Frenar la violencia de género no es un "tema de mujeres", es un tema de todos.
Se trata en general del “mundo al revés”, dónde el sexo “fuerte” es el femenino y el “débil” el masculino; ellos se depilan, nosotras andamos peludas; ellos usan falda, nosotras acosamos; ellos no consiguen el trabajo por su género y nosotras nos aprovechamos de todo.