Por @patyleiva
El 25 de noviembre es el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. La fecha fue elegida para honrar la memoria de las hermanas Mirabal, tres activistas políticas de la República Dominicana que fueron brutalmente asesinadas en 1960 por orden de Trujillo.
Tristemente los índices de violencia doméstica aumentaron en pandemia, lo que hace que hoy los daños sean mayores que antes de este año tan nefasto.
Para poner fin a la violencia contra las mujer, debemos concentrarnos en: creerle siempre a las víctimas, ofrecer ayuda, apoyar causas y proteger a quienes estén sufriendo episodios de vulneración.
Y también, algo muy importante, crear conciencia y dar seguridad a las niñas de hoy, para eliminar de raíz las relaciones tóxicas y así evitar un futuro con violencia en el pololeo; manipulaciones y violencia sicológica que siempre terminará en un grave daño contra su integridad.
Pero hay muchas formas de violencia contra la mujer, que van desde una invasión a su espacio personal en la calle, una mirada, gesto o palabra que transgreda su integridad como ser humano, una pareja que cultive su inseguridad, que la aleje de su familia y amigos, que acostumbre denostarla y recalcar sus defectos; el juicio a su identidad sexual o a los derechos sobre su cuerpo. Todo esto también es violencia.
Ayudémonos entre todas, formemos con buenos ejemplos a nuestras niñas cercanas y sigamos luchando contra el patriarcado que domina la sociedad, que es el que hace que las mujeres sean percibidas como propiedad, como cosas.
Tenemos confianza en que de verdad se puede eliminar la violencia contra la mujer si seguimos sin miedo a cambiar paradigmas y derribar dogmas. Fíjense en cosas que hoy son inaceptables y antes lo eran. Se puede si somos claras y constantes, pero especialmente, si estamos unidas.