Cuando muere la mamá de tu amiga

Qué hacer cuando muere la mamá de tu amiga

Cuando muere la mamá de tu amiga. Parte del contrato de nacer es morir. Lamentablemente, en occidente, vemos a la muerte como ese fantasma que infranqueablemente vendrá por los nuestros, con la cara del miedo más temido.

Cuando muere la mamá de tu amiga

Por Ina Groovie

Parte del contrato de nacer es morir. Lamentablemente, en occidente, vemos a la muerte como ese fantasma que infranqueablemente vendrá por los nuestros, con la cara del miedo más temido.

Otros pueblos abrazan la muerte como el sendero hacia otra vida, otras dimensiones o formas de existencia. Pero nosotros sufrimos desde chicos, teniendo pesadillas con que mueren nuestras madres, nosotros mismos, nuestros amigos.

La muerte no miente: es tangible. Exhibimos los cuerpos inertes en ceremonias dolorosas, en las que nos abrazamos y susurramos palabras incómodas. Todo en la muerte se escribe con mayúscula: Pena, Desazón, Soledad.

Hace casi dos meses una de mis amigas del alma perdió a su madre. Fue tan inesperado como doloroso. De un minuto a otro, la muerte. Y cuando digo “de un minuto a otro” no exagero.

Acompañar a los que sobreviven es una tragedia también. No saber qué decir, cómo estar, dónde hacerlo. Nos sentimos impotentes e innecesarios, porque de verdad lo somos. Sólo resta callar.

Con eso, nos damos cuenta de cuánto queremos a aquellos que queremos: por qué nos duele y perfora tanto la muerte “ajena”. ¿Será empatía? ¿Eso que llaman ponerse en el lugar del otro?

Con mi amiga supe qué era lo que me pasaba: era el gesto de tratar de impedir que sufriera. Tratar de hacerme de su dolor para que ella pudiera seguir. Pero el dolor justamente está allí para hacernos entender algo. No hay que acelerar nada. Los procesos son letánicos y tienen sus tiempos.

Por mientras, sólo puedo recordarle que la llevo en mi corazón y pensamientos; que la muerte de su madre fue algo terrenal y que, aunque no me necesite, estaré cualquier día para articular sus palabras, si es que no puede hablar.

One comment

  1. Yo perdí a mi madre hace un par de años, y lo que recuerdo y agradezco de mis amigas es simplemente el estar ahí. Una no necesita que te den palabras de consuelo, porque eso llega solo con el tiempo y es un proceso super personal, pero si se agradece sentirse acompañada, tener un hombro donde llorar y unas orejas que escuchen cuando queremos sacar pa afuera la pena.

Comments are closed.