Nosotros en la arena

“Nosotros en la arena” de Francisca Izquierdo: una novela sobre duelo, el amor y las traiciones familiares

¿Qué despierta en su interior esta pérdida que ni la serenidad del lago y del cielo pueden calmar? Así comienza “Nosotros en la arena”.
Nosotros en la arena

Tras la muerte de su padre, Sara se refugia en la casa de veraneo familiar a orillas de un lago del sur de Chile. Allí se sumerge en sus recuerdos y sus emociones, buscando la reconstrucción de su propia historia. Recostada en la arena, se aísla en sus pensamientos: ¿Qué despierta en su interior esta pérdida que ni la serenidad del lago y del cielo pueden calmar? Así comienza “Nosotros en la arena”.

Francisca Izquierdo, artista visual y licenciada en Letras de la UC, publica su primera novela, de prosa fresca y contemporánea con la que los lectores se sentirán identificados. 

Sara, una mujer de mediana edad, casada y madre de dos hijos adolescentes se interna en la historia de sus padres, Ismael y Elena, dos personajes cautivantes cuyos destinos nos remecen del mismo modo que han marcado de manera indeleble el pasado y presente de Sara, la reflexiva narradora que nos sumerge en el sinuoso, y a veces escabroso, tejido de las relaciones filiales, sus devastadores efectos, fuentes de dolor y de constitución del ser, ese del que no podemos librarnos. 

“Nosotros en la arena” de Francisca Izquierdo: una novela sobre duelo, el amor y las traiciones familiares 1

Mencionas que la pandemia resonó con la sensación de aislamiento y búsqueda de sentido que enfrenta la protagonista. ¿Cómo crees que el contexto de la pandemia influyó en la narrativa de la novela?

La pandemia resonó con la historia de Sara, la protagonista de mi novela. Ella ya estaba lidiando con el dolor, el aislamiento y búsqueda de significado debido al duelo por la muerte de su padre. Y de repente, la pandemia sucedió, como un eco de sus emociones, similares a las que muchos de nosotros empezamos a experimentar durante la cuarentena: esa extraña sensación de estar descolocados, rodeados, pero al mismo tiempo solos y buscando refugio en los rincones de nuestra memoria.

Imagínate, todos estábamos adictos a desempolvar recuerdos, a ver películas que nos transportaran a tiempos más felices, a buscar fotos y cartas antiguas que nos hicieran sentir conectados con el pasado, para olvidarnos del presente.

Este ambiente, fue propicio para la reflexión y la introspección, nutrió mi escritura y creo, la llevó a un nivel más profundo. Fue como si el mundo cambiara para todos, como lo sintió Sara cuando su padre murió y ella se vio parada en una tierra que ahora le parecía desconocida. Había un paralelo entre la experiencia de Sara y la nuestra durante la pandemia. Todos nos refugiamos en nuestras casas con la familia, pero al mismo tiempo sentimos esa distancia emocional de los otros que se ha vuelto tan típica en estos tiempos. Nos enfrentamos a nuestra propia mortalidad, a la fragilidad de la vida y al miedo a la pérdida.

Lo más fascinante es cómo la pandemia intensificó nuestra necesidad de buscar refugio en el pasado y en la imaginación. Sara, al igual que muchos de nosotros, se sumergió en sus recuerdos para evadirse del dolor y del miedo, y también, para encontrar sentido en medio del caos. Esta búsqueda enriqueció su historia con nuevas tramas de amor, traición y maternidad que venían del pasado y la llevo a hacerse muchas preguntas.

La pandemia fue como un catalizador para mi creatividad, la imaginación fue mi refugio. Y esto se reflejó en cómo Sara utilizó sus historias y su memoria como una forma de resistencia emocional y como una herramienta para crear su propia versión de la realidad. 

¿Qué te inspiró a escribir “Nosotros en la arena”? ¿Cómo fue el proceso de gestación de la historia?

Cuando me siento a escribir o crear una historia, mi inspiración surge de diversas fuentes. Puedo encontrarla en mis propias experiencias o en las de los demás, a veces incluso en noticias que leo en el diario sobre eventos actuales. También me inspiro en frases de poemas o en pequeños gestos que observo en mi entorno, ya que estos detalles particulares me despiertan emociones o me llevan a asociaciones y pensamientos.

Se produce como un fuego interior que detona una explosión de palabras que necesito plasmar en papel. En el caso de esta novela, fue la muerte de mi padre y la necesidad de encarnar en un personaje lo que sentí y lo que pensé en ese momento. Después, comenzó la etapa de mucho trabajo: de nutrir lo que escribí con el entorno, abrirlo, cuestionarme el porqué de cada palabra, cada acción de los personajes, su importancia y descubrir qué iba a pasar o que tenía que pasar.  Anticipar cómo se desarrollaría la historia, qué era lo importante y qué influencia tendrían las acciones de los personajes en el transcurso de la trama.

La novela profundiza en las relaciones familiares, especialmente en las de Sara con sus padres. ¿Cómo abordaste la construcción de estos personajes y sus dinámicas familiares

Al crear los personajes y las relaciones familiares en la novela, me enfoqué en destacar particularidades, en qué los hacía únicos y también complejos, en mostrarlos de manera que el lector fuera capaz de verlos. Desde Sara hasta sus padres, Ismael y Elena, y sus hijos, me adentré en sus vidas, sus valores y las experiencias que los formaron, como su infancia y sus historias de amor o desamor.

Quería entender qué los motivaba, sus miedos y deseos, y cómo eso influía en la manera que se relacionaban entre sí, incluso con el trasfondo de las historias familiares de sus padres o hermanos.

Para lograr esto, describí a cada personaje, explorando su pasado, personalidad, valores y conflictos internos. Así pude imaginar cómo se relacionarían y qué tipo de situaciones podrían surgir, ya fueran momentos de entendimiento o de conflicto. A medida que la historia avanzaba, me esforcé por hacer que las interacciones entre Sara y su marido Max, sus hijos y sus padres fueran verosímiles y acordes con quienes eran y lo que habían vivido.

Quería mostrar las diferentes caras de estas relaciones, desde momentos de cariño hasta desafíos complicados. Al final, descubrí que todos los personajes buscaban algo más, en algún momento de sus vidas, ya fuera más felicidad, amor o simplemente una vida distinta. En este sentido, esta es una novela sobre el ansia.

¿En qué medida tus propias experiencias personales influyeron en la creación de los personajes y las situaciones que enfrentan en la novela?

Mis experiencias personales influyeron en la creación de los personajes y conflictos de mi novela. Las emociones del   duelo, mi perspectiva como madre y como hija, todo eso se reflejó en escenas y situaciones de la historia. Pero eso fue solo el punto de partida, una especie de tela sobre la que dibujé la trama. Al narrar, lo hice desde dentro de los personajes, dejando a un lado mi propio yo.  Mi objetivo fue elevar ciertas experiencias, a un nivel estético y literario más amplio.

Aunque algunas situaciones están inspiradas en mi vida, el proceso creativo fue transformarlas en ficción que trascendiera mi anécdota personal. Las obras literarias son más que solo relatos; son medios para explorar temas relevantes a ciertas épocas, lugares y a la sociedad en determinado momento histórico. Al escribir, lo que busqué fue crear una “verdad artística” que resonara en un nivel universal, que tuviera un valor y significado para muchos. Un significado de orden superior, un sentido.

¿Cómo fue tu proceso de escritura? ¿Tuviste algún desafío particular durante la creación de la novela? 

Mi proceso de escritura fue emocionante y desafiante desde el principio. Comencé por una introspección en mis propias emociones e imágenes, especialmente aquellas relacionadas con el duelo de mi padre y los lazos familiares como madre e hija. Estos elementos fueron la base para crear los personajes y conflictos de mi novela.

El mayor desafío para mí fue lograr expresarme de manera comprensible para el lector. Mi estilo tiende a ser muy metafórico y poético, lo cual a veces puede resultar demasiado subjetivo, así que compartí una primera versión con otras personas para recibir sus comentarios y puntos de vista. Así pude incorporar la mirada de los demás en mi obra, convirtiendo mi escritura en un diálogo con los lectores desde el principio. Durante la revisión de la novela, una vez terminada, enfrenté el desafío de recortar partes que entorpecían el flujo de la historia.

Una se encariña con sus propias palabras e ideas, a veces, aunque importantes para mí, no eran esenciales para esta narración especifica. Fue un viaje largo y lleno de desafíos, aprendizajes y, al final, satisfacciones por ver cómo la historia cobraba vida

¿Cuál es el mensaje principal que quieres transmitir a los lectores a través de “Nosotros en la arena”?

No he tenido la intención de transmitir un mensaje específico, excepto destacar que nuestras experiencias y vínculos familiares moldean nuestra vida, que el pasado está vivo en el presente. Es crucial profundizar en nuestra comprensión mutua y confrontar nuestros demonios interiores para alcanzar un buen entendimiento y superarlos.

Conocernos a nosotros mismos es fundamental, ya que la vida cobra su valor máximo cuando la vivimos con intensidad, libre de las sombras que llevamos dentro. Mi objetivo ha sido más bien provocar reflexiones, incitar a la introspección del lector. He dejado espacios abiertos para que el lector pueda llenarlos con su propia experiencia de vida y llegar a sus propias conclusiones

¿Qué tipo de reacciones esperas o has recibido de los lectores hasta ahora? ¿Hay alguna respuesta en particular que te haya sorprendido?

He tenido algunas reacciones de lectores que realmente me han impactado. Pero la que más me conmovió fue la de una niña muy joven que me escribió desde un aeropuerto mientras esperaba su vuelo, contándome que estaba leyendo mi libro y que se encontraba llorando de emoción. Había subrayado tantas frases que la tocaron profundamente. Me sorprendió y me emocionó mucho que alguien tan joven se viera tan conectado con mi novela. Lo que espero es eso, conectar con los lectores, llegar a tocarlos. 

Como artista visual y escritora ¿encuentras alguna similitud entre ambas formas de expresión artística?

Cuando leemos, estamos como “viendo”, es un tipo de visión similar al arte visual. Ambos son expresiones de nuestra interioridad. Tienen un significado simbólico que impacta en lo más profundo de nuestra intimidad. Comparten esa búsqueda de lo bello y ofrecen señales que nos llevan a reflexionar a través de sus símbolos.

Aunque en literatura la estrategia racional de hacer funcionar una estructura es mayor y en el arte, más intuitiva.

¿Tienes planes para futuras obras literarias? ¿O quizás considerarás explorar la intersección entre tus habilidades como escritora y artista visual en proyectos futuros?

Estoy comenzando una nueva novela que se enfoca en personajes contemporáneos dentro del contexto actual. Mi enfoque principal sigue siendo las relaciones entre las personas. Quizás este es el momento para aprovechar las dos líneas que he desarrollado y relacionarlas dentro de la obra. Es un desafío pendiente.