Por @patyleiva
Conversamos con Antonella Estévez sobre su nuevo libro, “Cuestión de gustos. Conversaciones sobre arte y política con escritoras chilenas”, una verdadera extensión de su quehacer en el mundo de la cultura, ya que su experiencia en este ámbito incluye la creación y conducción de la serie televisiva “Historias del Cine Chileno”, así como una larga trayectoria como académica en la Universidad de Chile.
En esa misma línea va su trabajo en programas radiales, como “Semáforo”, “Radiópolis” y “Cuestión de gustos”. Reconocida co-creadora y editora de la enciclopedia del cine chileno cinechile.cl y cabeza en el Festival de Cine de Mujeres, FEMCINE, durante once ediciones.
Hasta el año pasado cumplió su labor como Presidenta del Directorio de la Fundación Centro Cultural La Moneda y actualmente, se desempeña como Presidenta del Directorio de la Fundación Museo Violeta Parra, continuando su compromiso con la promoción y preservación del patrimonio cultural.
¿Encuentras algún denominador común entre tus invitadas?
Yo creo que el común denominador entre las invitadas tiene que ver con que tienen una voz, con que han hecho un camino, independiente si es un camino de varias décadas o sólo de algunos años.
Yo creo que lo más importante es que todas son mujeres que han hecho un proceso para tener una identidad propia, para tener una voz y para tener algo que decir y decirlo. Creo que eso ya es un acto feminista, es un acto interesante que vale la pena destacar y ellas expresan su voz a través de distintas formas literarias.
¿Cómo elegiste a estas mujeres?
La elección de este grupo de mujeres tenía que ver con que son todas mujeres que yo admiro mucho, que me parece que su aporte a la cultura en nuestro país es significativo, y luego me interesaba muchísimo la diversidad. Teniendo esos dos puntos en común, me interesaba que fueran muy distintas.
Entonces, el libro busca, entre otras cosas, poder ir en contra del prejuicio de que existe algo así como la “literatura femenina”. Creo que se ha querido minimizar el trabajo de las mujeres de letras instalando esta categoría y asociando esta categoría con ciertos adjetivos que tienen que ver con la mirada patriarcal sobre las mujeres. Es como si se considerara que las mujeres escriben solo sobre ciertas temáticas relacionadas con la maternidad, la familia, el romance, y lo hacen de ciertas maneras, que son más bien suaves, delicadas, y enfocadas en lo íntimo. Si te das cuenta, estas perspectivas son muy coherentes con la mirada patriarcal sobre lo que es la mujer: la mujer como madre, esposa, buscadora de romance, preocupada solo por el espacio íntimo.
Este grupo de mujeres, en cambio, demuestra que sus intereses son amplios y diversos. Escriben sobre temas muy distintos y lo hacen de manera muy diferente. Me parecía muy entretenido que en la selección hubiese mujeres grandes y reconocidas como Diamela Eltit y Cecilia Vicuña, ¿cierto? Y también gente muy joven como Nati Chuleta o Guada, y entre ellas mujeres de distintas edades que escriben sobre distintas cosas y de manera diferente.
Hay activistas como Las Tesis o Connie Valdés, historiadoras como Cote Hurtado, Alejandra Matus que escribe periodismo e investigación, y por supuesto, grandes poetas como ya mencioné, Cecilia Vicuña, Rosabetty Muñoz, Elvira Hernández. Hay mujeres que escriben ficción como Diamela, Nona Fernández, Lina Meruane, entre otras. También hay ensayistas como Nerea De Ugarte. Por eso, me parecía muy bueno poner a todas estas mujeres en un mismo libro para demostrar que las mujeres tienen gustos, maneras, intereses y expresiones sumamente diversas.
¿Cómo fue la mecánica logística de las entrevistas?
A la mayoría de estas mujeres yo ya las había entrevistado antes por el lanzamiento de un libro en específico, de un proyecto en específico. Lo bonito de estas entrevistas es que son entrevistas largas para el programa Cuestión de Gustos, son entrevistas de casi una hora y por lo tanto permiten adentrarse de manera mucho más profunda en la obra completa, no solamente en un libro en específico. Y también estas entrevistas fueron hechas en pandemia, lo que por supuesto dispuso una dificultad, que es el Zoom y la energía y la complicidad que se genera entre dos personas compartiendo el mismo espacio, pero tanto ellas como yo, y yo creo que estábamos todos en un momento muy reflexivo, muy introspectivo y con muchas ganas de hablar también.
Y yo creo que las entrevistas también dan cuenta de eso, de ese momento particular que estábamos transitando, cruzado por la pandemia pero también con las reflexiones sobre lo que estaba pasando en nuestro país. Veníamos de la revuelta, estábamos en el primer proceso constituyente y yo creo que todas esas reflexiones están en las entrevistas y en ese sentido fue muy enriquecedor. Yo preparo las entrevistas sobre todo estudiando las entrevistas y leyendo sus obras.
No tengo un set de preguntas rígido, sino más bien un par de ideas clave con cada una de ellas que me interesaba afrontar, pero sobre todo a mí me gusta entregarme a la conversación y todas ellas fueron muy amables en ese sentido que más que se sintiera como una pregunta-respuesta, sino más bien generando una conversación cálida, amable, en donde pudiésemos yo, quienes escuchan y ahora quienes leen, aprender de estas mujeres increíbles.
¿Hay alguna entrevistadora (de Chile o el mundo, contemporánea o no) que te inspira como entrevistadora?
A nivel internacional, yo soy muy fan de Christiane Amanpour encuentro que es una genia total, es una gran entrevistadora, es capaz de entrevistar desde presidentes y líderes mundiales hasta personas que son extraordinarias, pero que no necesariamente son conocidas. Me parece que tiene una calidez y una inteligencia, la amo mucho. Y en Chile yo creo que la Paula Escobar, es una muy buena entrevistadora, me gustan mucho sus libros de entrevistas que también salieron por la pollera y también le tengo mucha admiración.
¿A qué figura histórica te habría gustado entrevistar?
¿En Chile o en el mundo? En el mundo, probablemente, me hubiera encantado conversar con Mary Wollstonecraft, que fue la inglesa que escribió la Vindicación de los Derechos de la Mujer a finales del siglo XVIII. O sea, estamos hablando de una mujer que tenía una mirada muy, muy progresista, muy, muy brillante, con una educación rarísima para su época.
Me hubiera encantado, por supuesto, que son mis escritoras favoritas. Me hubiera encantado conversar con Jane Austen, con Ursula K. Le Guin, sin duda. Y podría seguir y seguir y seguir y seguir.
En Chile, probablemente, me encantaría haber hablado con Amanda Labarca. Hay algunas escritoras que tengo tanta curiosidad por su literatura, como María Luisa Bombal, por ejemplo o Teresa Wilms Montt, que además siento que la historia ha sido tan injusta con ellas, que fueron mujeres brillantes y muy trascendentales en términos estéticos y de obra y han quedado tan disminuidas en sus relatos amorosos, ¿no?
Y probablemente, claro, me interesaría rescatar en la conversación el origen de sus trabajos y sus inspiraciones y sus procesos, que son las cosas que a mí me entusiasman.
¿A quién va dirigido tu libro?
El libro va dirigido a cualquier persona que le interese adentrarse en los procesos. Yo creo que una de las cosas bonitas del hacer radio es que hay una cosa que es tan instantánea, pero al mismo tiempo etérea, que crea esa complicidad que luego se pierde en el éter. Y me parece que este ejercicio de haber transformado este grupo de entrevistas radiales en el libro nos permitió dejar registro de esas conversaciones.
Hay un trabajo de edición que fue supervisado por las escritoras también, porque es su voz la que aparece acá, ni más ni menos, en donde nos aseguramos de que todo lo que quedara fuera trascendente, más allá del momento específico de la entrevista.
También porque creo que este nuevo formato le permite a las entrevistas tener una vida más larga, poder entrar al espacio académico, por ejemplo, pero también poder acompañar las lecturas que cualquier curioso o curiosa lector esté haciendo en ese momento.
O sea, si estoy leyendo a la Nona Fernández, puedo ir a la entrevista y ver que ella piensa sobre lo que escribe, o a la Rosabetty Muñoz, o a cualquiera de ellas. Y eso me parece que es un aporte para poder adentrarnos de manera más íntima y con más conocimiento a los procesos que generaron los libros que nos conmueven.
¿Qué sientes cuando terminas una conversación como estas?
Me siento tan privilegiada, eso me pasa sobre todo. Cada vez que termino una de estas conversaciones me pasa que digo wow, tengo el mejor trabajo del mundo, poder conversar con gente que admiro, que me enseña, que me desafía, que abre puertas en mi cabeza y eso de manera super egoísta y al mismo tiempo me parece que por lo mismo, porque tengo ese privilegio, hacer un libro como este también ayuda a compartir ese privilegio y que otras personas puedan ser parte de estas conversaciones también y por eso estoy súper agradecida.
