Constanza Carrasco, quien escribe bajo el pseudónimo de Coto Lechuga, descubrió que tenía Trastorno de déficit atencional con hiperactividad (TDAH) cuando se lo diagnosticaron a su hijo Bernardo, lo que la llevó a transitar por un viaje de autodescubrimiento y aceptación. Con esta experiencia, en El mundo de Bernardo, una obra ilustrada infantil que busca fomentar la comprensión y valoración de las personas neurodivergentes, nos invita a mirar más allá de las etiquetas y las normas, para comprender que cada mente es única y valiosa. Coto Lechuga, ingeniera de profesión y artista y escritora de corazón, utiliza su experiencia para dar vida a esta historia a través de hermosas ilustraciones y palabras, convirtiendo a El mundo de Bernardo en un regalo para todos nosotros y un recordatorio de que la imaginación y la creatividad florecen en las mentes más diversas.
- ¿Cómo nace El mundo de Bernardo?
El mundo de Bernardo nace a partir de una mala experiencia durante la búsqueda de un colegio para mi hijo. Al postularlo a una institución Montessori no lo aceptaron por no saber seguir instrucciones. Pensé que esta metodología se adaptaría mejor a la forma de ser de mi hijo. Esta fue una experiencia aislada, no digo que todos sean así.
Aprender a seguir instrucciones es como abrocharse los zapatos, eventualmente se aprende. Sin embargo, no tomaron en cuenta otras virtudes únicas.
Volqué mi pena e impotencia, nacida a partir del rechazo, en la realización de algo positivo: ilustrar y escribir “El mundo de Bernardo” como un proyecto personal para leérselo a mi hijo cada vez que sintiera que no encajaba. Como el libro quedó bonito, lo envié a algunas editoriales sin expectativa alguna. Fue Editorial Forja la que a los pocos días contestó, creyó en el proyecto y ha sido un gran apoyo desde entonces.
- ¿Cómo es el mundo de Bernardo, este niño neurodivergente?
Es un mundo lleno de colores. Él es capaz de imaginar y crear escenarios increíbles a partir de las cosas más cotidianas. Es un niño lleno de preguntas, amante de la tecnología, los robots, los drones, las aspiradoras y todo lo relacionado con cables y herramientas.
Es un niño alegre, inocente, amoroso (a veces en exceso) y preocupado. Es capaz de abrazar a su hermana pequeña y cantarle una canción o saludar a todos los niños mientras camina por la calle.
3. Hay mucho desconocimiento y confusión sobre las neurodivergencias. Luego de publicar el libro ¿qué preguntas te han hecho, ¿cómo ha sido para ti hablar de esto?
Efectivamente. La neurodivergencia es un paragua amplio que abarca el autismo, dislexia, TDAH, finalmente todas las personas que percibimos el mundo de forma distinta al resto. Antiguamente se nos encasillaba según nuestras debilidades: floja/o, desordenada/o, mañosa/o, etc. A partir del lanzamiento del libro y mi experiencia, las mayores preguntas que recibo son sobre cuáles son los pasos a seguir para conseguir un diagnóstico, terapias, búsqueda de colegios, tips para llevar una casa más ordenada cuando una es mamá con TDA.
- ¿A quiénes va dirigido este libro?
El libro va dirigido a ¡todos y todas! A los niños neurodivergentes para que se identifiquen con el mundo de Bernardo, a sus papás para que se entretengan con sus aventuras y a los niños neurotípicos para que puedan entender en qué consiste este mundo. También es importante que los papás y tutores puedan estar informados sobre el tema para orientar y enseñar a sus hijos.
- ¿Cuál es el mensaje que entregas con tu libro?
¡Que todos somos capaces de lograr lo que nos propongamos! Que con la ayuda de quienes más nos quieren vamos a cumplir nuestras metas. A veces nos evalúan en base a medidas estándar que no necesariamente encajan con nuestros talentos. El pensamiento lógico matemático es más valorado que el artístico, cuando ambos son igual de importantes para nuestra sociedad. No quiero que ningún niño se vuelva a sentir tonto o incapaz de lograr algo solo porque no se está desarrollando en el ambiente indicado o no están viendo sus verdaderas capacidades.
- ¿Cómo crees que estamos como sociedad respecto a la valorización de la diversidad?
Hemos avanzado mucho, existen espacios para autistas, que antes era algo impensado. Sin embargo, falta mucho más por hacer en base a otras neurodivergencias, mayor red de apoyo, más fundaciones. En especial que la inclusión en colegios sea real. El PIE es un muy buen inicio, sin embargo, hay muchos colegios que no lo tienen, cuyos alumnos se ven afectados en cuanto a su desarrollo.
- ¿Cómo mamá de Bernardo, con qué dificultades te has encontrado?
Controlar sus desregulaciones, en especial en un día agotador. El traslado a terapias y todo lo que implica familiar y monetariamente. Por otro lado, la interacción con sus pares. Él aún no domina ciertas normas sociales (como respetar el espacio personal y no abrazar). Sus desregulaciones, entre otras cosas hacen que los niños de su edad lo tilden de mañoso o no quieran estar con él porque quiere abrazarlos. Ver esa interacción y tratar de interceder lo menos posible es difícil. Una como madre lo que más quiere es proteger a sus hijos lo máximo posible, pero cuando salen al colegio o a la plaza, el choque de realidades es inminente y eso afecta de sobremanera a mi hijo.
- ¿Crees que relevar este tema desde la infancia puede generar mayor conocimiento y menos prejuicios?
Claro. Hoy algunos adultos tienden a invalidar los diagnósticos diciendo: “ahora todos son autistas” o cosas por el estilo. Hoy hay mayor conocimiento, pero es importante seguir enseñando, ya sea a partir de material didáctico, lecturas o interactuando con otras realidades. Los adultos somos los responsables de transmitir la información correcta a nuestros hijos y por esto debemos entender y aprender respecto de las diferentes realidades del entorno.
El mundo de Bernardo ya está a la venta en las principales librerías del país y también en formato ebook en editorialforja.cl
@mamalechuga
