por Ximena Torres Cautivo
Los comienzos de Hugh Hefner, el famoso creador de la revista PlayBoy, revelan un empecinamiento freak, una personalidad límite, una suma de complejos tal, que terminan cambiando su historia y hasta su penoso olor a pata, consecuencia de ese hongo conocido como pie de atleta, que lo obligó a usar calcetines de algodón blanco en su juventud.
Hefner, millonario y sin olor a pata, hoy, incluso a sus 91 años, es el epítome del playboy, su marca, una de las más conocidas en el mundo, y su revista, la más vendida en papel en Estados Unidos, con 3 millones de ejemplares por edición.
Ese nivel de detalles son los que narra con maestría sin igual Gay Talese, el escritor que convierte el periodismo en arte, en su voluminoso libro “La mujer de tu prójimo”. Mucho más fascinante que su notable descripción de la mafia neoyorquina en “Honrarás a tu padre”, la investigación describe la cultura sexual de los estadounidenses a partir de la posguerra, utilizando a personajes como Hugh Hefner; el editor y escritor porno Samuel Roth; el rígido moralista Anthony Comstock, quien se refería a sí mismo como “el jardinero del jardín de Dios” y hasta hoy tristemente célebre por el reforzamiento de las raíces puritanas de Estados Unidos y el encarcelamiento de intelectuales liberales en los mismos años de la persecución anticomunista impulsada por el senador Joseph McCarthy. Todos son personajes dignos de biografías y de películas en sí mismos, pero en “La mujer de tu prójimo”, Talese los entrelaza de capítulo en capítulo, armando una trama fascinante.
Cómo no, si él mismo da para película y libro con sus andanzas sexuales. Todos esperamos la publicación del libro en el que está trabajando ahora, a sus 85 años, y donde contará sobre su matrimonio que ha durado medio siglo, resistiendo incluso la época en que tuvo dos moteles, vivió en una comunidad que proclamaba el amor libre e hizo y deshizo en materia sexual para escribir “La mujer de tu prójimo”.
El gran reportaje sobre el cambio de los hábitos amatorios de sus compatriotas, publicado en 1981, fue su mayor best seller, y le tomó 9 años de investigación y escritura, incluyendo el haberse involucrado él mismo en el negocio de los moteles y otras yerbas. Y se lee con placer, incluso sexual, dirán los que se pueden inspirar con sus personajes y sus relaciones. Pero el placer pasa por las historias bien narradas, por la infinidad de datos, por el reporteo al callo, por el hallazgo de gente insólita.
Talese, a quien no le gusta la ficción y se ufana de ser un reportero de hechos investigados, el año 2016 le pasó lo que les sucede a los que escupen al cielo: su libro “El motel del voyeur”, que fue consecuencia de “La mujer de tu prójimo”, basado en la historia supuestamente real del dueño de un motel parejero que durante años había espiado a sus clientes, fue puesto en cuestión ética y legalmente. Se denunció que el protagonista, el voyeur, Gerard Foos, no había sido propietario del motel durante todos los años en que se desarrollan los hechos narrados por Talase, y que muchos de los actos que presenció fueron delitos, además de su porpio voyerismo, que debió denunciar de alguna manera. Talese, que también miró por los hoyitos de la ventilación, era, sin duda, cómplice.
El libro mereció ciertas correcciones, pero ahí está, aunque todavía no se encuentra en nuestras librerías. Sí está, y sin mácula, pese a sus ribetes para algunos obscenos, “La mujer de tu prójimo”, que recomiendo ardorosamente.
*Si quieres escribir en Zancada, tienes que mandar tu texto con título y nombre con el que quieres firmar a [email protected] en un mail titulado TEXTO. Como siempre, si va con nuestra línea editorial felices lo publicaremos.
El motel del voyeur si está en librerías, lo vi en la Antartica hace como dos semanas.