por lucy
La locura por pescados y mariscos en Semana Santa es algo que nunca he podido entender. Ni siquiera cuando vivía con mi familia y no se comía carne en estos días -especialmente el domingo- jamás vivimos esa paranoia de qué hacer en 3 días sin carnes rojas. Y eso que siempre fuimos muy carnívoros.
Sí puedo entender que la Semana Santa resulte un pretexto para otras cosas. Y si una de esas otras cosas es la costumbre de comer un banquete anual de pescados y mariscos, quizás ya no me parezca tanto una locura.
Siempre he admirado a los uruguayos, quienes como estado laico (como supuestamente también somos en Chile) decidieron mantener el feriado, pero ya no lo llaman semana santa sino “Semana de turismo”, y dura TODA LA SEMANA. Genios.
También disfruto el pretexto de los huevitos de chocolate, y me compro a mí misma muchos más de los que me regalaban mis papás cuando era chica (en esa época mi sufrimiento no era tanto el no tener muchos huevitos, sino la comparación con la cantidad degenerada que recibían mis compañeritos).
Y aunque me intimida la cantidad de gente que sale de Santiago, le he agarrado el gusto a salir de la ciudad durante este fin de semana largo que, con suerte, nos regala los últimos días de sol veraniego.
Me da mucha risa la locura por el pescado, habiendo pastas, legumbres y tanta cosa que cocinar sin tener que pagar el doble.