Invitada: Karyn Coo

por Daniela Paz

Sobre Karyn Coo

Karyn tiene 23 años, estudia diseño de vestuario, hizo su práctica en una marca de retail que le cargó, se fue de intercambio a Argentina donde todavía vive, se casó y ahora forma parte de Project Runway Latinoamérica.

Según Karyn ya todo está hecho en el diseño, y lo que tienen que hacer es reinventarlo. Le da lata que en las fiestas todas se vistan igual, por eso su idea es, cuando termine el reality, volver a Chile y enfocarse en sus creaciones, que define como femeninas y de espíritu libre.

Entrar al reality

Me enteré por una amiga que me avisó que estaban las postulaciones abiertas. Hice mi book, pero lo pensé demasiado, quise que fuera muy detallista. Hice muchas cosas a mano, mi propuesta era muy femenina, traté de reflejar lo mejor que pude mi personalidad, lo elaboré bastante.

Cuando lo mandé jamás me imaginé ni siquiera que lo iban a ver, cuando uno postula a estas cosas en general lo hace con casi ninguna expectativa.

Unas semanas después me llamaron para avisarme que había quedado entre los 30 seleccionados. No lo podía creer. Luego vino una entrevista por Skype, una semana después me avisaron que había quedado; yo lloraba, saltaba. Es que nunca me esperé quedar entre las 30.000 personas que postularon y que fuera yo una de las que iba a estar en el programa.

La televisión a la vida real

Yo tengo 23 años y me vine a Miami con una maletita. Tenía demasiado susto, además que como todo es secreto no le puedes contar a nadie lo que está pasando, y en ese momento lo que más quería era decirle a todos lo contenta que estaba.

Entre todos los participantes hubo muy buena onda, hombres y mujeres estábamos en departamentos diferentes, pero nos juntábamos a comer. Nos hicimos muy amigos, pero lo mejor fue conocer no sólo diferentes diseñadores, coda uno con su estilo, sino que personas de diferentes países y culturas. Lo mejor para mí es haber conocido a Mariano, es un diseñador que admiro mucho y con saber que ahora puedo compartir con él, sé que el esfuerzo vale la pena.

Estar en la pasarela, al lado de tu modelo no lo puedes creer, es como vivir lo que siempre viste por la televisión, por eso cuando gané el primer desafío fue una experiencia extrema.

Todo se vive intensamente en un reality, en P.R. hay tres eliminaciones por semana, entonces cada siete días se van tres amigos. Todo es agotador, si te equivocas de tela cagaste, si te dicen que tu vestido está feo el ego te lo tiran por el suelo. No sé si volvería a repetir esta experiencia, porque es agotador, pero me siento feliz con todo lo que he aprendido.