por Ximena Torres Cautivo
Leí la “La biblioteca de los libros rechazados”, nuevo trabajo del escritor francés David Foenkinos, entusiasmada con la idea de un thriller romántico sobre el enigma de una novela rechazada, que duerme el sueño de los justos en una estantería en Crozon, Bretaña, pueblo natal de una joven, ambiciosa y exitosa editora.
Con ocasión de un fin de semana largo, la joven editora y su novio escritor -semi fracasado, ya que tiene una sola y olvidable novela publicada- van a visitar a sus padres. Ahí la mamá de ella les comenta sobre la sorprendente biblioteca de libros rechazados y ambos van a visitarla. En ella descubren “Las últimas horas de una historia de amor”, una obra maestra escrita por un tal Henri Pick, pizzero del pueblo, fallecido hace un par de años, cuya viuda e hija desconocen por completo el talento literario de su marido y padre, respectivamente.
En realidad, fuera de hacer pizzas, el tipo no parecía tener ningún otro talento.
Así se inicia un divertido relato, fluido y ligero, que se lee como quien come fruta, pero que en el trasfondo remite a una cierta frivolidad del mundo intelectual francés, a lo poco que conocemos a los que tenemos más cerca y a una historia real y fascinante: la del autor de “Abortion”, Richard Brautigan, novelista estadounidense de los años 60 y 70, famoso por sus fracasos, que describe en esa obra de ficción una biblioteca que sólo alberga manuscritos rechazados. Uno de los más fervientes admiradores de Brautigan convirtió esa idea en realidad e instaló una librería en Vermont, Estados Unidos, con esa característica: todo lo que se vende allí padeció el rechazo de las editoriales y nunca fue publicado.
La novela de Foenkinos es un guiño a Brautigan, un jugueteo que daría para una comedia romántica y unas cuantas historias de amor simples pero sorprendentes, como la vida misma. También tiene un poco de los injustificados miedos del autor -Foenkinos es bestseller en su país-, sobre todo en el personaje del novio escritor de la editora protagonista. El propio autor lo ha reconocido así: “Sí, he sido rechazado, pero es más difícil y humillante soportar que te publiquen y no te lean, que ser rechazado. El 90 por ciento de los libros que se publican no tienen ningún eco. Eso es peor que ser rechazado”.
Ciertamente, ese no ha sido su caso.
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Es un libro muy entretenido. Se lee rápido.
Me tinca un montón. Qué buen espacio en Zancada para comentar libros :)
Hace tiempo que no me metía a zancada, que bueno ver posts como éste.