Derecho sexuales y reproductivos

Anticonceptivos: vuelven a vulnerar los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres

El restringir la venta de anticonceptivos de parte de las grandes cadenas de farmacias vuelve a vulnerar los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y personas gestantes.

Derecho sexuales y reproductivosPor Belén Leyton
Esta semana vimos cómo los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres (y personas gestantes) volvieron a ser vulnerados: usuarias no pudieron comprar anticonceptivos porque las farmacias les exigían recetas vigentes para retirar los medicamentos.

Muchas profesionales de la salud se ofrecieron a hacerles la receta de forma gratuita. En Ginecólogas Chile, una agrupación que se creó para dar información a las mujeres. Recibió alrededor de 300 solicitudes durante el primer día. La agrupación, al igual que otras, se puso a disposición de las mujeres que lo necesitaban.

Si bien el ISP aclaró que no había emitido nuevas normativas, e incluso en septiembre del año pasado se estableció que “las recetas extendidas durante este periodo tendrán validez para la dispensación de los productos farmacéuticos prescritos en ellas, hasta seis meses después del término de la alerta sanitaria”, las farmacias exigieron las recetas vigentes.

Una posible explicación puede atribuirse a las ventas online, las farmacias no contaban con químicos farmacéuticos que se hicieran cargo de la situación y quisieron respaldarse, pero ¿por qué ahora si una semana atrás sí se podía comprar?

Finalmente el ISP tuvo que salir a oficiar a las farmacias para “flexibilizar la adquisición de anticonceptivos en establecimientos farmacéuticos, los cuales no se verán en la obligación de exigir una receta para la venta de éstos”.

Disminución de prestaciones de salud sexual
Imagen de Hush Naidoo en Unsplash

Antecedentes de vulneración de derechos sexuales y reproductivos

Pero no es la primera vez que se vulneran los derechos sexuales y reproductivos. La doctora Carolina Guzmán, perteneciente a Ginecólogas Chile, precisa que “la salud femenina ha sido postergada desde el comienzo de la pandemia”.

La doctora se refiere a que en los hospitales se ha reducido la cantidad de pacientes para limitar la movilidad, “por ende, se han postergado los controles de anticonceptivos, el inicio de estos, algunos controles de embarazo, la toma de PAP y mamografías, la atención de la mujer en climaterio y menopausia, entre otros”.

Eso, según la doctora Guzmán, ha generado que muchas mujeres acudan a urgencia, porque no tienen atención primaria. Entonces, en un momento donde es más difícil conseguir una receta de anticonceptivos, las farmacias de grandes cadenas deciden hacer valer la ley.

En enero de este año, Corporación Miles Chile y Women’s Link Worldwide le pidieron a la Relatoría sobre el Derecho a la Salud de las Naciones Unidas y a la Relatoría sobre los Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Relatoría DESCA- CIDH), entre otros organismos internacionales que le exigieran a Chile resolver de forma urgente los problemas en prestación de salud sexual y reproductiva.

Estos derechos, aseguran las dos organizaciones, vienen vulnerándose desde el estallido social de 2019. Desde esa fecha comenzaron a escasear medicamentos, entre ellos condones, pastillas anticonceptivas y medicamentos esenciales para la interrupción voluntaria del embarazo (mifepristona y misoprostol). También la prestación de servicios de salud sexual y reproductiva se vio afectada por la pandemia, pero existía desde antes con los objetores de conciencia.

Métodos anticonceptivos
Imagen de Reproductive Health Supplies Coalition en Unsplash

Anticonceptivos defectuosos

Además, el año pasado hubo otro hecho gravísimo que atentó contra los derechos sexuales y reproductivos. En agosto de 2020 se hizo visible la existencia de anticonceptivos defectuosos: 250.000 blíster de Anullete CD, y 4.790 blíster (según Corporación Miles) de Minigest 15 y Minigest 20. Las tres del Grupo Grünenthal.

La Corporación Miles Chile ha asesorado legalmente a 112 mujeres que han sido afectadas. Son más de 100 mujeres obligadas a gestar, que han sufrido cambios importantes en sus condiciones de vida y su salud mental.

En su solicitud a organismos internacionales, pidieron que el Estado se haga cargo de suministrar métodos anticonceptivos con criterios de seguridad y eficacia, acompañar a mujeres que continúen con sus embarazos, permitir el acceso a la interrupción legal del embarazo, informar activa y oportunamente sobre los servicios de salud sexual y reproductiva del país, exigir mayor control de calidad de servicios y medicamentos e iniciar investigación sobre las licitaciones y ruta de distribución de los anticonceptivos defectuosos.

Hace poco días, además, Corporación Nacional de Consumidores y Usuarios de Chile (Conadecus) presentó una demanda colectiva contra Silesia y Andrómaco que solicita una reparación económica para las víctimas. Esto se suma a la multa que les cursó el Instituto de Salud Pública (ISP) en febrero por 66 millones de pesos. ¿Es una respuesta real a embarazos no deseados?

Luchas del feminismo

No podemos olvidar la gran frase de Simone de Beauvoir que ha reflotado en estos días: “No olvidéis jamás que bastará una crisis política, económica o religiosa para que los derechos de las mujeres vuelvan a ser cuestionados. Estos derechos nunca se dan por adquiridos, debéis permanecer vigilantes toda vuestra vida”.

Al parecer tendremos que estar siempre alerta para que no se vulneren los derechos sexuales y reproductivos de la mitad de habitantes de este país.

Imagen principal de Reproductive Health Supplies Coalition en Unsplash