Registrar tu día de cuarentena, una zancada a la vez -

Por @patyleiva

No sé como pasa tu día de cuarentena, pero para mí no pasan lentos, de hecho, siempre siento que el tiempo se me pasa volando y me frustro por no alcanzar a hacer todo lo que quisiera o debiera. Muchas veces he hecho listas, anotando cada cosa que voy haciendo, como para revisarlos al final del día y saber en qué se me fue el tiempo realmente.

Por eso se me ocurrió el otro día, hacer ese registro pero en imágenes, y qué mejor formato que hacerlo en instagram stories, que está hecho justamente para subir instantes que duran 24 horas arriba nomás.

Partí pensando que podría ser entretenido, aunque también podría resultar latero y exhibicionista, pero el resultado fue –para mí– más bien reconfortante, en primer lugar porque pude comprobar que sí hago muchas cosas y que sí logro tener varios mini logros y concretar deberes de diversa relevancia (y varios durante el día), lo que era mi mayor preocupación e interés: comprobar que no pierdo el tiempo.

Fue bueno comprobar que no necesito salir para tener actividades variadas, y finalmente, me gustó también porque pude compartir cosas muy simples, y gracias a eso comenzar conversaciones interesantes y cariñosas con amigas y también con gente que no conozco. De esa manera compartí datos, opiniones e hice una vida social que no puedo tener en tiempos de cuarentena.

De hecho, una comentario que me hizo @alemanterolap, una niña muy buena onda en instagram, fue lo que me abrió a la idea de invitarlas a todas a compartir también sus propios días de aislamiento, y conversando con ella, pasé del concepto de “un día a la vez” a “una zancada a la vez”, aludiendo al pensamiento de avanzar, pero de a poquito, porque estos días no son fáciles y transitamos por muchos estados emocionales en muy poco tiempo.

Después, la hermosa @chirimoyalegre comentó que le había gustado la idea y estaba haciendo lo mismo. Eso me alegró mucho y me hizo pensar en que obviamente debemos ser varias a las que nos podría hacer bien registrar este momento tan extraño de nuestras vidas y destacar las pequeñas bellezas que ocurren en nuestro muy particular universo temporal.

El recogimiento del exterior nos lleva a estar más con nosotras mismas, porque, cuando no hay nadie alrededor, sólo te escuchas a ti, y que mejor que hacerlo con cariño y dedicación, valorando los detalles y construyendo en imágenes el recuerdo de un pedazo de tiempo.

No propongo sacar fotos a nuestro día como un acto narciso, sino como un bonito ejercicio que destaque las cosas buenas que nos pasan, incluso cuando no sean muchas o no parezcan ser muy relevantes, porque de los detalles pequeños se va armando el ánimo, y eso es lo que estamos necesitando fortalecer hoy, un día a la vez.