Congreso

Qué diablos pasó ayer en el Congreso (y qué pasará próximamente)

Esto es largo y un poco enredado, pero hicimos nuestro mejor esfuerzo para dejar lo más simple posible la explicación de los últimos y ajetreados días en el Congreso.
Congreso
Por Javiera, lettering @aldeapardo

UPDATE (20 de diciembre)

El miércoles terminó en modo depresión luego de que nos quedáramos en dos cosas:
1) Se había presentado un proyecto de ley de reforma a la Ley Orgánica Constitucional (LOC) en la Cámara, después de que se rechazara la paridad, cupos reservados para pueblos originarios (PPOO) y participación de independientes (pero sí se aprobara la reforma constitucional que permite el plebiscito de entrada, la asamblea/convención y el plebiscito de salida, en resumen, se aprobó el “acuerdo por la paz” del 15 de noviembre).

2) Esa reforma constitucional y lo de la paridad, cupos para PPOO e independientes pasaba al Senado para continuar con su trámite legislativo.

Pero el jueves, se vio una primera luz al final del túnel en cuanto a la paridad.
Esto porque en el transcurso de la discusión en la Cámara, el que había comenzado como un proyecto de ley de reforma a la LOC cambió a una reforma constitucional. En el fondo, la UDI quería que se respetara el acuerdo tal cual como había sido firmado el 15 de noviembre (donde no estaba escrito lo de la paridad, PPOO e independientes). Eso se votó el miércoles y efectivamente, se aprobó el acuerdo tal cual. PERO lo que se votó el jueves fueron reformas paralelas a ese acuerdo, no el acuerdo en sí, que ya estaba aprobado. Touché.

Y aquí se empezó a desgranar ese choclo que es Chile Vamos (y que esperamos se desgrane por completo, que lo podrido se bote y que lo mejorcito sirva para hacer una pastelera, humitas, en fin, cosas lindas).

Renovación Nacional y Evópoli decidieron ir en contra del veto impuesto por la UDI y apoyar la paridad, los escaños para PPOO y la participación de independientes. Por esto, la reforma terminó aprobándose con 98 votos a favor.

Como sabemos, la reforma pasa ahora al Senado, donde se necesitan 26 de los senadores en ejercicio para aprobarla. La composición ahí es: 7 RN, 1 Evópoli, 9 UDI, 1 RD, 1 Partido Progresista, 7 PS, 6 PPD, 5 DC, 6 independientes. Kast (el único senador Evópoli) se supone apoyará la paridad. En cuanto a RN, no es claro que voten en bloque, pero ya hay algunos que dijeron que aprobarán (como Ossandón). De la oposición podemos asumir/esperar que votarán como votaron en la Cámara.

En resumen: a seguir atentas y en alerta. La UDI siempre tiene un as bajo la manga y si bien estamos mejor que el miércoles, todavía queda camino por recorrer.

………

(post original jueves 19 diciembre)

Esto es largo y un poco enredado, pero hicimos nuestro mejor esfuerzo para dejar lo más simple posible la explicación de los últimos y ajetreados días en el Congreso.

Ayer pasaron varias cosas, particularmente en la Cámara de Diputados. Pero vayamos por parte: la actual Constitución de Chile no permite que una asamblea constituyente redacte la Constitución. Pero, como ya sabemos, el 15 de noviembre la mayoría de los partidos llegaron a un acuerdo, donde se comprometieron a votar a favor de una reforma a la Constitución que permitiera una asamblea/convención constituyente (esto sí ocurrió ayer, se aprobó la reforma, es decir habrá plebiscito de entrada, convención constituyente mixta o no, y un plebiscito de salida).

Si bien en esas horas de negociaciones se habló del tema de la paridad y que era algo esencial en la composición de la asamblea, no quedó escrito en el acuerdo.

Ahora, lo que pasó esta semana: el martes un grupo transversal de diputadas presentaron en la comisión de Constitución una indicación para que la reforma considerara paridad de género, escaños reservados para pueblos indígenas y participación de independientes.

Esa indicación se aprobó, pero la alegría duró poco: un par de horas después quedó claro que esta indicación no contaría con los votos para ser aprobada en la Sala. ¿Por qué? Porque al ser una reforma a la Constitución tiene un quórum muy alto y la derecha no iba a otorgar sus votos para ello.

Paralelo a esto comenzó la presión del oficialismo a las diputadas RN que firmaron la indicación para que no la apoyaran en Sala. Además, adelantándose a lo que era inminente, la diputada Sabat anunció que presentaría un proyecto de ley, con los mismos puntos de la indicación, para intentar que así se aprobara la paridad.

Y ayer miércoles pasó lo que sabíamos iba a pasar: no se alcanzaron los votos. Las diputadas RN a quienes su propia coalición presionó, votaron en contra (Ximena Ossandón y Erika Olivera) o se abstuvieron (Marcela Sabat). Aunque ellas hubieran votado a favor el número no se habría alcanzado. El argumento de Chile Vamos fue que no se estaba cumpliendo con lo acordado el 15 de noviembre (bullshit, si nos preguntan a nosotras).

Pero el engranaje siguió funcionando: por un lado la comisión de Constitución aprobó el proyecto de ley presentado por Sabat y se discutirá nuevamente hoy en Sala y por otro, la reforma a la Constitución- que permite el proceso constituyente y la existencia de una asamblea/convención y que fue aprobado ayer en la Cámara- pasó al Senado, donde nuevamente tiene que ser visto en la comisión de Constitución y luego votado en Sala.

Lo positivo del proyecto de ley es que requiere menos quórum y que, esta vez, está apoyado por 12 parlamentarios RN. Lo negativo es que necesariamente va a pasar por el Tribunal Constitucional y ahí es probable que nuevamente se caiga la paridad.

En tanto el Senado continuará trabajando en la reforma. Hoy su presidente, Jaime Quintana, dijo en T13 radio que harán lo posible para que la reforma se apruebe, con paridad, escaños para indígenas, y participación de independientes. ¿Por qué prefiere esto al proyecto de ley? Porque al ser reforma constitucional no pasará por el Tribunal Constitucional.

Ahora, si el Senado aprobara la reforma, ésta debe volver a la Cámara a su tercer trámite. ¿Se aprobará ahí esta vez? No sabemos. Tampoco sabemos si en el Senado nos irá bien, por la composición partidaria de sus integrantes y los votos necesarios para aprobarla. Todo sigue abierto, el mismo tema está andando por dos caminos paralelos; en resumen: sigamos atentas y no guardemos todavía nuestras cacerolas, banderas, ni nuestros pañuelos verdes.