Entrevistamos a Florencia Olivos y conversamos sobre el regreso de la agenda Julieta, la exitosa agenda que creó , ilustradora, escritora y creadora de la clásica agenda Julieta tras 10 años de ausencia: “Hoy Julieta es una mujer joven que recién comienza su vida adulta y que recuerda sus experiencias de adolescente que la marcaron”.
Julieta marcó a una generación de mujeres adolescentes de Chile y de América Latina, ¿Por qué decide regresar luego de 10 años sin ser publicada?
El año 2014, por circunstancias internas y externas, tuve la necesidad de dejar de hacer las agendas y los cómics. Es muy difícil mantener por más de 10 años el mismo entusiasmo y la misma novedad en un proyecto, y mirándolo hoy creo que fue una buena decisión parar y darme un tiempo para hacer otras cosas, aunque me costó mucho tomarla.
Ahora veo que esa pausa fue muy necesaria para volver hoy con un entusiasmo renovado, no solo mío como autora, sino también de sus lectoras, que la extrañaron y que hace que este reencuentro esté mucho más cargado de emociones. También esta vuelta me encuentra como autora en un momento en que tengo mucha más experiencia haciendo cómics, escribiendo, dibujando y en mi rol de editora de Vasalisa Ediciones, así que ha sido muy lindo volver a revisar todas mis creaciones de cuando estaba en mis 20s, intentando mantener esa frescura, pero agregándole más profundidad a las historias que estoy reescribiendo y las nuevas que se vienen.
¿Cómo ves a la nueva generación de adolescentes? ¿Crees que ellas conectarán con Julieta y precisamente con una agenda en estos tiempos de redes sociales e inmediatez?
Los y las adolescentes siempre van a necesitar referentes y me interesa aportar con más diversidad, por eso creo que siempre habrá espacio para mostrar formas de ser adolescente que propongan alternativas. El hecho de que sea un personaje dibujado da mucha libertad y es una novedad entre tantos personajes reales o influencers de redes sociales.
Un personaje de ficción da el espacio para proyectar tu propia personalidad en él y apropiártelo, ayudando a construirlo en tu imaginación. Y justamente personajes de esos hay pocos, por lo que mi apuesta es que esta nueva generación la conozca y pueda entablar un vínculo tan lindo como el que tuvo la generación anterior.
Me gusta mucho relacionarme con mujeres de todas las edades y hay temas que nos siguen atravesando a todas, como el amor, la autoestima, la búsqueda de identidad, el hacerse un espacio en el mundo, ser independientes y poder mostrar tu voz y tus ideas, y desde ahí pretendo conectar con ellas. De todas maneras, hay detalles en los que tengo especial cuidado para que esa conexión pueda ocurrir, por ejemplo, la moda siempre ha sido algo que ha estado presente en Julieta, que me ayuda a que esa propuesta estética que propongo sea más atractiva y que también es muy importante en esa etapa adolescente en que estamos buscando nuestra propia identidad.
¿Qué propone Julieta y su agenda? ¿Puede ser quizás volver a esa conexión con uno mismo que nos daban los diarios de vida, las agendas, ese registro de lo cotidiano?
Me interesa mucho el tema del registro, de escribir, de anotar tu vida. Creo que se fomenta mucho más la lectura (que es algo que Julieta también hace) pero poco la escritura, que es tan importante para aclarar la mente, expresar las emociones, proyectar tus ideas, anotar tus recuerdos, así que, si puedo hacer atractivo con mis dibujos y cómics un espacio para eso, sería algo que me pondría muy feliz.
¿Qué ha pasado con Julieta estos años de silencio? ¿Quién es hoy Julieta?
Hoy Julieta es una mujer joven que recién comienza su vida adulta y que recuerda sus experiencias de adolescente que la marcaron, algunas que sigue procesando y buscándoles un sentido. Julieta sigue muy amiga de Ale, Max y Grillo, pero a Gaspar le ha perdido la pista, así que en esta vuelta recordaremos esa historia de amor y de a poco iremos sabiendo qué pasó con las vidas de todos los personajes.
Tanto en la agenda como en los cómics que estoy trabajando, estoy usando mucho ese juego de relacionar esas dos etapas, la adolescente y la juvenil o principios de la adultez, y como esas experiencias nos construyen y nos llevan a ser las personas que somos. También lo importante que es mirarnos hacia atrás con cariño y saber que ese camino, con sus aciertos y errores fue necesario para nuestro crecimiento.
Por lo mismo me interesa apuntar a esos dos públicos, las que ya tienen alrededor de los 30, que conocieron a Julieta en los años 2000, con las que retomo un vínculo más nostálgico y de reencuentro muy cariñoso, y tengo la idea de que cuando empiecen a salir los libros va a ser el momento en que esta nueva generación se enganche con sus historias. Espero que eso haga también un cruce generacional, por ejemplo, una mamá y una hija o una tía con su sobrina que puedan compartir ese interés por Julieta y su mundo.
Dentro de la agenda hay un adelanto de un nuevo libro, ¡cuéntanos sobre lo que se viene!
Para mí lo más importante de esta vuelta es poder contar la historia de Julieta que quedó inconclusa. Primero pensé en un gran libro con muchas páginas, pero iba a demorarme demasiado en tenerlo listo. Y al ir escribiendo el guion y haciendo los storyboards de los cómics se fue armando una estructura que se va a dividir en tres entregas.
La primera sería “Noche negra” donde podremos ver tres de las historias publicadas antes, pero todas redibujadas y en la paleta rojo y negro, además con algunas revisiones en detalles que me parecen importantes, que mejoran la trama y dan más profundidad a los diálogos. Además de esto veremos también en qué están los personajes hoy moviéndonos entre ese pasado adolescente y el momento en que Julieta y sus amigos están ya comenzando la vida laboral e independizándose.
El proceso para hacer una historieta es lento y lleno de detalles. Partí revisando todos los cómics y reescribiendo los guiones, haciendo correcciones y añadiendo escenas nuevas. Ya con el guion listo de ese primer libro me puse a hacer los bocetos, en los que voy viñeta por viñeta dibujando fondos, poses, expresiones. En ese momento en que dibujo el storyboard me siento como actuando, ahí es cuando estoy en medio de la emoción de la escena y lo que queda es lo definitivo, solo después tengo que pasar a embellecerlo con la línea, el color y todos los detalles que arman la atmósfera y la propuesta estética.
Ahora con el lanzamiento de la agenda no he podido avanzar mucho, pero añoro poder meterme a mi mundo interno a imaginar y dibujar. Es mi parte favorita, donde vuelvo a ser la adolescente con su croquera y sus lápices inventando historias y personajes.
