Maria Elena Santolaya, pediatra, infectóloga y escritora, publica su nuevo libro de relatos El hombre flaco canoso y la mujer de las cejas pintadas.
“Escribir para mi es una pasión, un camino sin retorno que comencé hace años”
En este, el segundo libro de la autora y primero publicado con Editorial Forja, el lector se encontrará con doce cuentos que transcurren en distintos lugares de Chile y del mundo. Relaciones humanas, amores y desamores, relatos que transitan por historias de niñez y adolescencia, de la ternura, compañerismo y lealtades, por aventuras a bordo de barcos en ríos y mares, historias de mujeres presas, de abuelas y nietos, de padres e hijos, de tortura y de sueños cumplidos y por cumplir. Maria Elena Santolaya es médico pediatra e infectóloga, profesión a la que ha dedicado la mayor parte de su vida, sin embargo, desde niña la ha apasionado la literatura. Es justamente sobre su nuevo libro que conversó con Zancada.
¿Qué es para usted escribir? ¿Es algo a lo que quiere dedicarle más tiempo? ¿Quizás dejar la medicina?
Escribir para mi es una pasión, un camino sin retorno que comencé hace años y en el que seguiré transitando mientras tenga vida. Siempre quiero dedicarle más tiempo, porque me faltan horas para seguir contando historias. Por otra parte, la medicina es parte de mi día a día, no podría dejarla y en verdad, tampoco quiero dejarla. Ir al hospital, tener contacto con la realidad social y humana que eso implica es un cable a tierra muy necesario para mí, lo mismo que la formación de futuras generaciones de pediatras e infectólogos, las dos especialidades que tengo en la medicina.
Ser doctora le ha permitido conocer el lado más vulnerable de la gente, especialmente de niños y sus padres. ¿Cuál es su relación con la fragilidad de la vida y como esta se plasma en sus historias?
La medicina en general y la pediatría en particular es una actividad de mucho diálogo. Como pediatra, converso con muchas personas y veo la realidad de niños y adolescentes a diario. La fragilidad es parte de la vida humana y hace que las personas tengan luces y sombras, cometan errores, enmienden el rumbo, tengan vidas que no son planas. Esa vulnerabilidad es propia de mis personajes.
¿Qué temas son los que la motivan a escribir?
Me motivan las personas y sus conflictos internos, los sentimientos, las relaciones de todo tipo, los cambios de giro que pueden tener las vidas de todos nosotros en cualquier momento. Me motiva la libertad de poder crear personajes y darles una historia, una atmósfera, darles humor, emociones y sentimientos.
¿Cómo es el proceso creativo de escribir un cuento? ¿Tiene una rutina?
El proceso creativo es arduo, riguroso, requiere de buenas ideas, de inspiración y de mucha perseverancia. No tengo una rutina, voy sacando tiempos acorde a como se presenten las semanas e intento escribir todos los días, que es la única forma en que las historias se van tejiendo.
Los relatos de su libro son sobre gente común y corriente y así lo ha mencionado en sus entrevistas, ¿cuáles son las características que tienen sus personajes?
Mis personajes están vivos, tienen una proximidad al lector, son reconocibles, creíbles en sus dudas, en sus faltas de certezas.
¿Está trabajando en algún próximo proyecto literario?
Si, estoy escribiendo una novela, que me tiene encantada. Transcurre en Chile y en España, va desde la década del 40 a más menos los años 90, es un trabajo luminoso que ya está en mi cabeza y poco a poco va fluyendo al papel.
