Seguro que tu repisa ya está llena de botellitas de todas las formas y colores, pero ¿sabes cuándo y en qué orden usar tus productos para la piel?
Si vives en este siglo, si alguna vez has visto tele, si tienes redes sociales, o simplemente si tu cara está cubierta con piel, probablemente has escuchado que necesitas varias cremas, mil quinientos serums, ocho tónicos y por lo menos tres tipos de bloqueador.
Tener claro en qué orden usar tus productos para la piel es muy importante, ya que algunas fórmulas incluso pueden llegar a anularse entre ellas si las usamos mal. Así que toma nota para que puedas aprovechar al máximo todo el tiempo y la plata que estás invirtiendo.
Tanto de día como de noche, el primer paso es el mismo: Lavarte las manos.
En la mañana:
- Limpiador. (Puedes usar solo agua en la mañana, a menos que tengas la piel muy grasa o hayas usado algo muy pesado en la noche).
- Tónico: Sirve para preparar tu piel para los productos que vas a usar después.
- Serum, esencia, ampollas o mascarillas (de las que no se enjuagan): Todos estos productos son básicamente lo mismo en distintas concentraciones. Acá entran los ingredientes activos que te ayudan a tratar un problema específico de la piel, y por eso hay de muchos tipos. Puedes usar más de uno, pero con cuidado de no sobrecargar la piel y fijándote en que los ingredientes sean compatibles. Para decidir en qué orden usarlos, sigue la regla de la densidad: empieza por los más livianos y termina con los más pesados, esperando unos 30 segundos entre uno y otro.
- Tratamientos localizados: Si tienes granitos o espinillas y usas algo para tratarlos, este es el momento.
- Crema de contorno de ojos.
- Crema hidratante.
- Protector solar. SIEMPRE.
En la noche:
- Doble limpiador: Aunque el envase de tu producto favorito diga que no necesitas nada más, todas las noches debes desmaquillarte y sacar los restos de bloqueador con un limpiador oleoso o agua micelar y luego lavar con agua y un jabón suave, especial para la cara.
- Exfoliante o máscara (de las que sí se enjuagan, como las de arcilla). Ya vendrá un post para hablar en extenso sobre la exfoliación, porque es todo un tema, pero por ahora te puedo adelantar un par de consejos: No lo hagas más de una o dos veces a la semana (según lo que tu piel tolere), y SIGUE LAS INSTRUCCIONES. No te los dejes por más tiempo del indicado, no uses más de uno en la misma rutina y tampoco los uses de día. Estos productos muchas veces son irritantes y dejan la piel muy sensible a los daños del sol.
- Tónico.
- Serum (máscaras, esencias, etc.): Si tu serum tiene retinol, solo puedes usarlo durante la noche y nunca si te exfoliaste dentro de la misma rutina.
- Tratamiento localizado: Si en el paso anterior usaste retinol, sáltatelo por hoy.
- Crema hidratante
- Crema humectante, aceite para la piel, vaselina o máscara para dormir: Si tienes la piel muy seca, puedes usar alguno de estos productos para sellar la hidratación. Preocúpate de que lo que uses no sea comedogénico (que no tape los poros).
La rutina que tengas va a depender de tu tipo de piel y tus necesidades, y está todo bien si quieres quedarte solo con los estrictamente necesarios. La constancia es clave y lejos lo que da mejores resultados, así que es mejor comprometerse a hacer los pasos que te parezcan realistas antes que tirar la toalla porque no eres capaz de cumplirlos todos.
Lo mejor es identificar qué objetivos tienes como prioridad en cada momento y enfocarte en ellos. Y obviamente, si estás siguiendo algún tratamiento con indicación médica, solo haz lo que te diga tu doctor/a y no improvises. Ya habrá tiempo para hacerse cargo de lo demás.