Para poder armar una rutina que de verdad le funcione a nuestra piel, lo más importante es estar bien informados y no creer ciegamente en las mentiras de las marcas de cosmética. Porque con tal de que les compremos, algunas marcas son capaces de cualquier cosa, incluso de llegar a mentirnos descaradamente. Me rompe el alma, pero es muy cierto. Por eso, acá van cuatro de los mitos más comunes con los que hay que tener cuidado, instalados por las mismísimas marcas en su publicidad y sus envases.
1. El agua micelar no se enjuaga.
Este es una de las creencias que más cuesta creer que no sea verdad. Este tipo de limpiador agarró mucha fama hace unos años porque nos lo vendieron como un producto milagroso que se pasa por la cara con un algodón y whooosh! no necesitas hacer nada más. Pero hay una regla que dice que cuando algo suena demasiado bueno para ser cierto, es porque probablemente no lo es, y acá esa regla se cumple 100%.
Aunque no parezca, el agua micelar es un detergente, y los residuos que deja tras su paso son una de las grandes causas por las que se reseca la piel. Además, el algodón no se lleva absolutamente toda la suciedad que disolvió el agua micelar, y al no enjuagarla, esos residuos se quedan ahí y luego te los esparces mezclándolos con tus otros productos y bueno, ya me entiendes.
Pero eso no es todo. Algunas marcas de agua micelar han ido aún más lejos, diciendo que este producto no solo no se enjuaga, sino que también sirve como tónico e hidratante. O sea, te limpias la cara y te puedes ir a acostar con la tranquilidad de haberte hecho una rutina completa en un solo paso. Mmmmm, no lo sé Rick. Puede que un agua micelar de verdad tenga ingredientes tonificantes e hidratantes pero lo siento, aunque sea así, estos se van a ir literalmente por el desagüe, porque sí o sí o sí hay que enjuagarla.
2. Un producto es mejor si es natural.
Obvio, “100% natural”, “libre de químicos” y “sin preservantes” son frases que suenan muy bonito, pero no cuando lo piensas bien. Los preservantes tienen ese nombre por algo, y son muy necesarios para que tus productos no se empiecen a llenar de hongos y bacterias al rato de abrirlos, lo cual no solo es feo y asqueroso, sino que también puede causar irritación, infecciones, alergia y tantas otras tragedias en tu piel.
Ahora, es muy distinta una marca que usa ingredientes naturales (hay muchas que son magníficas), que la cosmética 100% natural o artesanal, que es muy probable que no esté bien formulada o debidamente etiquetada para poder usarla con seguridad. No porque un producto contenga limón, significa que puedas conseguir el mismo efecto de un limón recién sacado del refrigerador, porque para que un ingrediente sea seguro y efectivo, DEBE pasar por varios procesos químicos. Y ojo acá con esa palabra también. Lo “químico” tiene una carga negativa absolutamente injusta, porque hasta el agua más pura, también es química.
3. Los poros se cierran.
Los poros son aberturas naturales y no tienen el poder de cerrarse. Si fuera así, la piel no tendría cómo regular su temperatura ni tampoco podría transpirar para eliminar toxinas. Hay gente que tiene los poros más grandes que otros y por eso se les notan más y se les tapan más fácilmente, haciendo que se vean más abiertos. Mantenerlos limpios y aprender a disolver (con cuidado) la suciedad que los hace parecer más grandes, es la única forma de “controlar” su tamaño.
4. Hay que usar una crema diferente de día y de noche.
No es una total mentira, pero tampoco es 100% verdad. Puede que por tu tipo de piel o por el clima en el que vives prefieras usar una crema más liviana en el día y una más pesada en la noche, pero si te acomoda una sola textura para usar a toda hora, todo bien. La única razón para que una crema se pueda usar solo de noche es que contenga retinol o una alta concentración de algún ácido que pueda quemar la piel si se expone al sol.
Y sobre las cremas exclusivas para el día, solo existen si es que tienen protector solar. Si quieres tener una de esas, todo bien, pero hay que tener en cuenta que por mucho factor que contenga una crema, este es solo un complemento y nunca va a reemplazar al bloqueador, así que de todas maneras estarás mejor con una sola crema hidratante para el día y la noche. Las otras funciones dejárselas a productos más específicos que van a cubrir mucho mejor estas otras necesidades.