por Paty Leiva
Me encanta esta película, es tan absurda, sicodélica y audaz. Demasiado innovadora, ya que en 1968 impuso un estilo que se sigue viendo vanguardista hasta casi cuarenta años después. Barbarella es una heroína espacial (basada en el comic de Jean-Claude Forest de 1962) que pasa por muchas aventuras, durante las cuales va cambiando majaderamente de vestuario de maneras muy divertidas (como por ejemplo atravesando una puerta con una tenida y apareciendo por el otro lado con otra.
Jane Fonda es mina-mina demasiado mina, y por supuesto que cuenta con un complemento masculino, un angel (con alitas y todo) ciego musculoso, rubio y bronceado. La trama es bien básica –difícil de seguir para los más impacientes–, pero eso es lo de menos, lo sólido es la dirección de arte, el vestuario (diseñado por Paco Rabanne), el maquillaje y la innovación en todo sentido, lo que la convierte en imperdible.
Aquí pueden apreciar la obertura, que ya da una buena idea de lo que sigue. Una preocupación por los créditos única en su especie. Dirige Roger Vadim. Arriéndela!
Me encantan los créditos de las películas y de las series, como que le dan intensidad y significado… Me frustra cuando no muestran dedicación, y un poco cuando de repente no tienen, aunque me gusta cuando van cambiando según los capítulos (en la series).
Los créditos de las películas de Almodóvar suelen ser bacanes, y otro ejemplo choro pero muy chulo es el primer capítulo de The OC. Es notable porque son distintos de todo el resto, es casi épico y como que en la escena anterior (que sigue durante los créditos) se explica lo que realmente es la canción (esa que dice California here we go jaja). La presentación normal de esa serie en cambio es chula no más.
Me acuerdo que la nave era de peluche por dentro!!!
mijita rica!