por Paty
Esa “guata de mamá” de la que cuesta tanto deshacerse, se debe a una razón bien lógica de los músculos abdominales que sólo pude visualizar con claridad al ver el diagrama muy ilustrativo que mostraban en un artículo de la BBC. La condición médica se llama diástasis de rectos abdominales, y no tiene relación directa con el sobrepeso, es un tema de músculos que se separaran y a veces no se vuelven a unir después de haber pasado por el tremendo cambio fisiológico que es un embarazo.
Se trata de un músculo recto que va desde el púbis hasta las costillas, haciendo de corsé, como apoyo de la espalda. El Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS) explica que al estirarse, estos músculos quedan debilitados y con una separación de hasta 5 centímetros, lo que provoca un déficit en la contención que le proporcionaban al estómago y a los demás órganos, y a eso se debe la irregular forma en que la grasa de esa zona se distribuye. Según el NHS, a las las ocho semanas del parto, los músculos vuelven e forma natural a su sitio, pero está claro que no es tan así. Lo comprueba un estudio noruego que confirma que un tercio de las madres presentan distasis de rectos abdominales un año después de tener a la guagua.
Este problema afecta la espalda, porque se le recarga el trabajo de soporte, y se corre riesgo de producir una hernia abdominal. Lo curioso -y esperanzador– es que se supone que la misma mujer puede identificar con un simple tacto en la mitad del estómago. Así lo indica el NHS:
“1. Acuéstate boca arriba con las piernas dobladas y los pies planos sobre el suelo
2. Levanta ligeramente los hombros y la cabeza y mira hacia la barriga.
3. Usando la punta de los dedos siente el borde de los músculos abdominales, por encima y por debajo del ombligo. Fíjate en cuántos dedos caben en el hueco entre los músculos.
El tamaño de esa separación varía de una mujer a otra. Si decides hacer ejercicios para reducir ese hueco, puedes hacer regularmente esta prueba para medir tu progreso. Un hueco de uno a dos dedos después de haber tenido un bebé se considera normal.”
La solución que proponen es ejercitar los músculos abdominales, idealmente con supervisión de fisioterapeuta profesional), partiendo por el más simple:
“Acuéstate boca arriba con las piernas dobladas, los pies planos sobre el suelo y la espalda en una posición relajada y neutral, ni muy plana ni muy arqueada.
• Siente con las manos los huesos de la pelvis y mueve los dedos unos 2cm hacia el centro y otros 2cm hacia abajo, hacia los pies.
• A medida que exhalas, atrae el ombligo hacia la columna. Deberías notar cómo el músculo bajo los dedos se tensa. Asegúrate de que no has movido la columna.
• Mantén la barriga contraída en esa posición entre 3 y 5 segundos mientras respiras de manera normal y después relájate. Progresa hacia mantener la contracción durante 10 segundos antes de exhalar.
• Repite este ejercicio 10 veces, al menos una vez al día.“
Foto: lyashenko
Fuente: bbc.com/mundo