My Death, David Bowie


por Paty Leiva

Esta fue la canción que me sacó lágrimas en la función de Ziggy Stardust and The Spiders from Mars, el documento del último concierto en 1973 en el Hammersmith Odeon de Londres que pude ver en la función del viernes dentro del In-Edit.

La verdad es que el film completo es conmovedor, quizás hubiese sido perfecto si hubiesen registrado un poquito más de backstage –como el sabroso momento en que se ve a Angela Bowie entrar a saludar al camarín, comentando “qué sabré yo de maquillaje, si sólo soy una chica”–, entre otras cosas simpaticonas que lanza en su breve aparición–, pero para mi, ver completito un show del que fuera el más famoso alterego de mi artista favorito de la vida es ya un privilegio.

Era tan distinto el estilo de filmación de los 70s, hay close ups laaargos que ahora carecerían de sentido (o más bien nadie se los permitirá), como un acercamiento eterno a la cadera de Bowie, que claro, es única y dice muchas cosas, pero es realmente interminable. Los solos de guitarra eran un espectáculo aparte, en este caso, encabezado por Mick Ronson.

Uno de los grandes aciertos fue hacer seguimiento a las expresiones del público –por supuesto en primerísimo primer plano– cuando se volvían locos de emoción y cerraban los ojos disfrutando aquel irrepetible momento. También es valiosísimo el registro de los fans al comienzo, maquillados cual Ziggy, y vestidos con sus más transgresoras tenidas en el 1973 inglés.

De hecho, los 90s y Todd Haynes (también autor de I’m Not There sobre Bob Dylan), se encargaron de reinventar su propia versión, mucho más efectista y quizás idealizada por muchos, de la despedida en Velvet Goldmine, o mejor dicho, de la muerte de Ziggy Stardust (con balazo, plumas luces azules en lugar de rojas y más glamoroso que el glam).

My Death, es de por sí emocionante porque habla del fin, de la duda de lo que sigue, pero si a eso le sumamos la impecable y preciosa interpretación de David Bowie con traje ajustado y tacos, aferrado solamente a su guitarra, el resultado es sobrecogedor, y en algunos casos, un removedor de emociones quizás muertas, apagadas pero no por eso inexistentes. Para remate, la última palabra de la canción no la necesita decir el artista, su público lo hace, y él lo agradece. Eso es clase.


My death waits like an old roue’
So confident, i’ll go his way
Whistle to him
And the passing time…
My death waits like a bible truth
At the funeral of my youth
We drank for that –
The passing time..
My death waits like
A witch at night
As surely as our love is right
Let’s not think of that or the passing time

But whatever lies behind the door
There is nothing much to do…
Angel or devil, i don’t care
For in front of that door…
There is you.

My death waits like a beggar blind
Who sees the world through an unlit mind
Throw him a dime
For the passing time…
My death waits to allow my friends
A few good times
Before it ends
Let’s not think about
And the passing time..
My death waits there, between your thighs,
Your cool fingers will close my eyes,
Let’s not think about the passing time.

For whatever lies behind the door
There is nothing much to do…
Angel or devil, i don’t care
For in front of that door…
There is you.

My death waits there among the leaves
In magician’s mysterious sleeves,
Rabbits and dogs, and the passing time…
My death waits there, among the flowers
Where the blackest shadows cowers
So let’s pick lilacs
The passing time..
My death waits there, in a double bed
Sails of oblivion and my head
Let’s not think about
The passing time.

But whatever lies behind the door
There is nothing much to do…
Angel or devil, i don’t care
For, in front of that door…
There is you.

7 Comments

  1. Bello…Adoro A Bowie. Lamentablemente, no pude ver su documental, mas espero que este tipo de instancias, el festival In-Edit, puedan realizarlo en regiones. Gracias Bowie por tu magnífica creación.-

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