Lectura complementaria: “Yo conozco ese lugar” de Zeta Bosio

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por Joce Acuña

El año pasado aumentó mi interés por Soda Stereo, cuando leí “Cerati, la biografía” de Juan Morris, y le empecé a dar más sentido a sus discos tanto en la banda como en su carrera solista. Por lo mismo, sentí mucho interés cuando supe que Zeta Bosio había lanzado sus memorias en un libro bastante largo -no podemos desmerecer 355 páginas- llamado “Yo conozco ese lugar” (Editorial Planeta) y por donde el músico tuvo que volver a recordar muchas experiencias, recurrir a fanáticos que tenían más detalles que él de algunos shows o experiencias, y claro, ser prudente con la muerte de uno de sus grandes amigos.

Él mismo contó en su conferencia de prensa cuando vino a presentar su nuevo material, que habían muchas cosas que no recordaba y que por lo mismo fue vital tener ayuda de otras personas par reamar esos recuerdos. De hecho, también habló de la prudencia para publicar su autobiografía que muchos le pidieron cuando Cerati partió.

La cantidad de detalles que trae es increíble, como cuando comienzan a promocionar su carrera en los ’80: “Arribamos al aeropuerto Arturo Merino Benítez y lógicamente no había nadie. Por entonces éramos totalmente desconocidos”, cuenta el bajista en su primera visita a Chile y claro, una situación que obviamente dieron vuelta.

Es un buen libro para invertir ya que siempre te tiene atrapado en la trama, y va desde los inicios de Soda Stereo, hasta la gira de regreso de la banda, una experiencia que de hecho Zeta nunca imaginó volver a tener con Soda Stereo, y no menor, no hay nada mejor que cuando uno de los protagonistas es quien te cuenta sus historias.