Flatliners

Flatliners (1990): línea mortal entre el subconsciente, la ciencia y la redención en HBO Max

Flatliners parte con esta declaración: "hoy es un buen día para morir" dicha por un osado estudiante de medicina que quiere saber qué pasa después de la muerte.

Flatliners

Por patyleiva

La única vez que me suspendieron del colegio fue porque nos llevaron a una universidad a entrenar atletismo, y con mis malas juntas, decidimos bajar del bus y desviar el camino. En lugar de ir a la pista, nos fuimos recorrer el campus en busca del área de medicina porque queríamos llegar a la morgue… Obvio nunca lo logramos y se rieron de nosotras pero lo pasamos bien conversando con gente universitaria. Cuando volvimos al bus, nos pillaron y nos suspendieron por una semana.

Quizás por eso, varios años después, fue que Flatliners me gustó tanto cuando la vi por primera vez. Al fin logré tener una idea de lo que era una morgue a través de las estrellas de ese momento: Kiefer Sutherland, Julia Roberts y Kevin Bacon. También actúan Oliver Pratt y William Baldwin (que nunca me cayó muy bien).

La película empieza con esta declaración: “hoy es un buen día para morir” dicha por Nelson (Kiefer), un osado estudiante de medicina que persevera en la idea de conocer qué es lo que pasa después de la muerte.

No digo más para que disfruten de esta joyita –que yo pondría en el mismo saco de Generación Perdida y Stand By Me– porque la acaban de subir a HBO Max.

Flatliners (1990): línea mortal entre el subconsciente, la ciencia y la redención en HBO Max 1

Advierto que pueden encontrar momentos de sobreactuación (culpemos a Joel Schumacher, el director), pero sugiero dejarlos pasar y disfrutar de la atmósfera noventera y reflexionar sobre los debates éticos y existenciales que de ahí surgen porque, para mí, Flatliners es una especie de sicoanálisis a la vena, tan impetuoso como la sed de conocimiento de estos jóvenes futuros médicos.