Shirel es una cantante chilena de 21 años. También es “canción de Dios” en hebreo y el segundo nombre que le pusieron sus padres. Para ella venía cargado de una energía positiva, por lo que decidió tomarlo para su nombre artístico.
Shirel nació en Perú y empezó a vivir en Chile cuando era niña: “Siempre voy a Perú, es como mi segunda casa y es importante la influencia que ha tenido la cultura de allá en mi persona, en mi vida y en mi música”. Es una cantante chileno-peruana y una combinación que la identifica.
Shirel lee los poemas de Gabriela Mistral y a Mario Vargas Llosa. Disfruta de la poesía y la literatura latinoamericana.
A Shirel le gusta pasar de Playboi Carti y Fito Páez, al menos eso le dijo Spotify en su última dinámica. Y desde temprano escucha música urbana: “Me gusta mucho escuchar trap y reggaetón. Es lo que me pone activa para partir el día para maquillarme, para arreglarme, para darme ánimo”. También escucha a Kya y el último disco de Denise Rosenthal.
Y la última canción de Shirel se llama Duele: “Es el tipo de canción que escribo en mi privacidad, en mi pieza, como diario de vida. Hay un montón de cosas que a veces escribo y no comparto, que son más pa mí. Y esta canción era de esas y no sé… sentí que sería bacán también poder compartir ese lado. Si la música se trata de conectarnos entre nosotros, ¿por qué no compartir las cosas que escribo desde mi experiencia?”.
—¿Por qué lo hiciste?
—Hay veces que una se la juega por tomar decisiones de ese estilo. Hace un tiempo me pasó una cosa media loca: escribí una canción de las que escribo en mi pieza como por terapia personal y la subí a mis redes y la respuesta fue muy bacán. Es este tipo de canciones que son a guitarra y yo contando las cosas que me pasan. Me pareció muy mágico que tuviera la recepción que tuvo y me pregunté por qué no compartir un poco más de eso. Hay mucha gente que conecta con las cosas que me pasan a mí, entonces ¿por qué no compartirlo?
—Has dicho que fue inspirada en una relación tóxica.
—Sí, la canción habla un poco de estas relaciones en las que una sabe que te están haciendo daño, sabe que te están haciendo sufrir. Una se da cuenta de eso y sin embargo, por motivos medios raros, no se puede sacar a sí misma de esa situación. Yo he estado en ese tipo de relación medias tóxicas en las que una no sabe cómo salir. Y esta canción hablaba un poco de eso: te hacen sufrir y no te vas por algún motivo. Y yo creo que hay muchas más personas que han pasado por lo mismo, por algo tienen este nombre tan conocido: relaciones tóxicas.
—¿Qué te han dicho sobre esta canción las personas que te escuchan?
—Creo que nadie se esperaba que sacase algo así. Creo que tomé una decisión que era lo opuesto de lo que esperaba la gente que me sigue desde hace tiempo o que me cachaba mejor y me conoce. Pienso que eso ha sido una sorpresa, pero también que valoran mucho que muestre otros lados de mí como artista, cosas distintas que hago cuando estoy sola, las que escribo más personales. Valoran mucho que se los comparta y ha sido muy bonita la recepción.
—Esta canción es menos urbana que tus anteriores canciones.
—Absolutamente. Es un R&B con mucho corazón, y guitarra y voz nomás. Y yo también hago esto. Creo que estoy en esa etapa de mi carrera en la que todavía tengo la oportunidad de demostrar quién soy, de que la gente se haga una idea completa de mí. Esto también soy yo.
—¿No te gustaría que te definan en un estilo?
—Me cuesta mucho ser una artista de un sólo género, porque creo que no es verdad. También creo que vivimos en una época donde está todo muy mezclado como para decir: “Yo solamente hago este tipo de música”. Y todas las decisiones que yo tomo a nivel artístico vienen desde las cosas que me gustan, desde cómo me gusta lo que está sonando y no tanto de seguir una línea. Y esas combinaciones son entretenidas también. Combino un montón de cosas y me gustaría poder sentirme siempre libre para fluctuar entre géneros.
—Y si no tienes un ritmo/estilo establecido, ¿por qué la gente te seguiría?, ¿cómo conectaría con Shirel?
—Por lo que hablo. Para mí lo más importante de mi proyecto es la composición, es la parte que más me gusta. Yo escribo todas las canciones sola en mi pieza y así me gusta hacerlo. Es la parte que más disfruto y creo que puedo comunicar ciertas cosas, da lo mismo el género, si está sonando un dembow o si es un R&B.
Creo que la gente conecta mucho con lo que hablo. Me pasa que escribo cosas y me doy cuenta que hay muchas personas que pasaron por la misma situación que la que escribo en la canción. Y me gustaría poder hacer eso, darle soundtrack a la vida de la gente que disfruta lo que hago.
Shirel estudiante y artista
Shirel estudia publicidad y entre risas dice que la clave para compatibilizar estos dos mundos es no dormir. “No hay espacio para ser floja”. Le queda poco para terminar la carrera y hay momentos en los que ha pensado en dedicarse sólo a eso. Tal vez sería más fácil. “Pero tengo algo en la guata que me dice que no, que hay que seguir. Aparte, no me imagino haciendo otra cosa”.
—Has dicho que ser artista es muy trabajoso.
—Ser artista, en Chile sobre todo, es muy difícil. A veces una se imagina que la profesión de ser músico es más glamorosa de lo que es en realidad, porque sí, una hace música y videos y toda esa parte que es muy entretenida, pero también hay que financiarlo, gestionarlo, planearlo. A veces hay que ser creativo cuando no necesariamente te sale. Hay que juntar las lucas para hacer todo.
Es muchísimo más trabajo que lo que una se imagina al principio cuando sueña con esto y creo que en Chile además, que la cultura no es algo demasiado valorado a nivel político, es extra complicado. Además, la sociedad tampoco es muy aceptadora cuando una quiera ser artista. Como que todo el mundo tiene estos estigmas de que te vas a morir de hambre, que te va a ir muy mal o que la posibilidad de que te vaya bien son muy pocas. Hay que luchar contra muchas cosas para poder salir adelante en este rubro. Y nada po, estamos tratando.
—¿Por qué quisiste seguir haciéndolo a pesar de todo eso?
—Porque amo la música. Creo que la gente que está en este rubro, yo incluida, hacemos esto porque lo amamos. Nadie se mete a ser cantante porque cree que va a ser millonario, porque cuál es la posibilidad. La música es lo que me define, es mi centro, mi todo. Y creo que hay que jugársela por los sueños.
En esta carrera reciente como solista –Duele es su cuarto single- Shirel ha encontrado un compañero en el productor Cristián Heyne. “Entiende esa lucha con la que una vive a diario de querer hacer esto y lo difícil que es y de lo negativa que es la energía alrededor tuyo porque nadie te tiene tanta fe al principio”. Y ya firmó con Sony Music Publishing Latin, con quienes publicará su primer EP.
Y finaliza esta entrevista con algo que a mis también 21 años aún estoy lejos de alcanzar: “Quiero vivir de esto y hacer lo que amo por el resto de mi vida”.
