ópera

Una forma de descubrir (y entender) la ópera

Me sobrepuse a mis prejuicios operísticos y partí a una charla sobre Aída. Esta se enmarca en un ciclo de charlas de óperas famosas (famosas para los que saben de ópera, porque para mí todas son desconocidas)

opera
por: C. León
La ópera siempre me había sonado como algo lejano, un poco para vejetes o personas un poquito estiradas. En mi familia se hablaba de ópera y mi abuela siempre la ha amado. Muchas veces la escuché comentando fascinada sus visitas a la ópera del Teatro Municipal, pero la verdad nunca le presté mucha atención. Se me hacía un poco fome y complicada, aunque para ser honesta jamás había visto una.

Supongo que después de todos estos años de escucharla, en algún momento logró contagiarme su entusiasmo y despertar en mí un pequeño interés. Así que me sobrepuse a mis prejuicios operísticos y partí a una charla sobre Aída. Esta se enmarca en un ciclo de charlas de óperas famosas (famosas para los que saben de ópera, porque para mí todas son desconocidas) que estaba haciendo la municipalidad de Vitacura. El evento se llama Tardes de Ópera y lo dirige un señor muy simpático que se llama Mario Córdova.

Mi abuela y sus octogenarias amigas llevaban varios años asistiendo a estas charlas y se las saben casi de memoria, así que me colé a su salida y lo pasé de lo más bien.

Las Tardes de Opera son en la sala Vitacura del parque Bicentenario y es gratuito (aprovecho de pasar el dato que tiene estacionamientos gratis también). Los asistentes eran puros señores y señoras más o menos de la misma edad de mi abuela. Yo creo que la persona más joven después de mí tenía fácil el doble de mi edad y la mayoría de las cabezas en la sala eran blancas.

El señor Córdova es un presentador súper entretenido, y se tira tallas intelectualoides durante la presentación que yo obviamente no entendía, pero que al parecer eran graciosas porque las amigas de mi abuela se reían. Primero realiza una contextualización de la trayectoria del compositor, en este caso Verdi, para luego presentar a los personajes y finalmente partes importantes de la ópera. Todo esto con apoyo audiovisual de lo más tecnológico. Si yo hubiese visto Aida sola y sin una explicación de por medio, probablemente me hubiese rendido a los 5 minutos sin entender nada. Pero cuando te aclaran este drama de amor no correspondido, se vuelve una historia interesante y fácil de seguir.

Así que mi primer encuentro con la ópera fue positivo, y me quedé con ganas de más. Lástima que esa fue la última charla de la temporada. Espero volver a la próxima, y ver que el promedio de edad disminuyó unos cuantos años, no porque los concurrentes habituales hayan estirado la pata, si no porque los milennials nos empecemos a interesar por ella. Creo que es una buena idea democratizar la ópera, porque al final es una forma de hacer arte.

Peter Lewicki

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One comment

  1. Afortunadamente en Spotify puedes buscar muchas óperas, y escucharlas mientras lées su argumento o incluso las traducciones de las líricas que están en Google. Obvio que también están en youtube, subtituladas. No es lo mismo obviamente que ir al teatro, pero es muy entretenido.

    Puedes ver la misma Aida y otras famosas, como Carmen, La Traviata, La Flauta Mágica, Rogoleto, Las Bodas de Figaro, Madame Butterfly, Nabucco, Tosca, Otelo. Estas óperas nos suenan a todos de nombre pero uno nunca las ha escuchado completas o ni siquiera sus temas más reconocibles.

    La primera vez que me obligué a ver una (porque hasta cuando tan inculto) me costó un poco pero al rato ya estaba metido esperando el desenlace. Hoy he visto varias, sigo inculto, pero filo, porque de verdad que entretienen. Y sí; duran entre 2 y 3 horas, pero las películas de superhéroe duran más o menos lo mismo y las veo igual, así que no hay derecho a reclamar por ese lado.

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