Por Geraldine Molina, directora general de Contragolpe.cl
La Selección Chilena quedó eliminada del torneo de fútbol femenino en Tokio 2020 luego de perder sus tres partidos. Ante Gran Bretaña fue un 2-0, luego vino el 2-1 a manos de Canadá, y terminaron con un 1-0 en contra frente a Japón.
Críticas a la selección vs realidad
Las críticas futbolísticas no fueron pocas; que José Letelier hizo los cambios tarde, que equis jugadora no rindió o que el planteamiento contra tres selecciones que están en el top 10 del ranking FIFA no fue el correcto, puesto que jugar defensivamente no era la opción correcta.
Sin embargo, el trasfondo debe ir más allá. Hoy las condiciones que tiene la Selección Chilena son altas: viáticos, viajes en primera clase, amistosos y enfrentamientos contra selecciones top del mundo y se cerró una era con el segundo lugar en la Copa América 2018, el título de la Copa Uber 2019 y en la Turkish Women’s Cup 2020, y participaciones en el Mundial de Francia 2019 y en fútbol femenino en Tokio 2020, los primeros en la historia de La Roja Femenina.
¿El problema? El torneo nacional sigue sin ser profesional, las jugadoras no tienen contrato en su mayoría ni les pagan sueldos; los clubes solamente permiten entrenamientos en las tardes, porque las futbolistas siguen teniendo esa doble y hasta triple vida de estudiante o trabajadora + dueña de casa + futbolista. Sin contar que varias son mamás o que incluso estudian y trabajan a la vez.
Y si empezamos a hurgar es fácil descubrir que el fondo es todavía más profundo: hoy no hay políticas a nivel de Estado que favorezcan y permitan que las niñas y mujeres jueguen fútbol desde la infancia. Sigue siendo “normal” que deban compartir equipo con hombres. O que su descubrimiento sea a los 15-17 años, ya sin haber pasado por las distintas etapas del fútbol formativo por las que pasan sus pares masculinos, por lo que su salto al “profesionalismo” (así, entre comillas, porque el futfem sigue sin ser profesional) es tardío.
No se fomenta el deporte en la niñez, no se fomenta el deporte para las mujeres. No hay perspectiva de género en las decisiones que toman los políticos y que son relativas al deporte.
Nuestro fútbol femenino en Tokio 2020: enseñanzas
La Roja Femenina, tras participar en Francia 2019 y en Tokio 2020, nos dejó dos cosas muy claras: La primera es que se puede. En 2016 el país estaba desaparecido del ranking FIFA por no jugar en dos años, y tres años más tarde ya éramos una de las tres mejores selecciones del continente. Tuvimos a la Roja compitiendo en fútbol femenino en Tokio 2020, no es poca cosa. Solo falta un poco de esfuerzo y compromiso de las autoridades.
Y la segunda enseñanza es que sin ese pequeño compromiso de las autoridades, la brecha entre las futbolistas profesionales y aquellas que terminan jugando en Primera División por hobby en sus tiempos libres, seguirá siendo enorme.
Ganas de las jugadoras sobran, es evidente. Solo falta la mano en el bolsillo y que los dirigentes dejen de justificar con “poco interés” del hincha el nulo interés que tienen ellos.
A las 3:30 am y a las 7:00 am, la Selección Chilena de fútbol femenino en Tokio 2020 obtuvo 10 puntos de rating en TVN, que no conseguía desde el Festival de Viña en 2020. En cada uno de los partidos, el hashtag #LaRojaFemenina fue trending topic número 1 en Chile. Me parece que la cantinela de que es poco atractivo y no vende ya pasó de moda, ¿qué están esperando para subirse a la micro?