Asteroid City

Asteroid City y las fases de Wes Anderson en la pantalla grande

Fui a ver Asteroid City y es hermosa, ingeniosa, perfecta. Quizás demasiado. Por supuesto el casting es fantástico.

Asteroid City y las fases de Wes Anderson en la pantalla grande 1

Por @patyleiva

Fui a ver Asteroid City y es hermosa, ingeniosa, perfecta. Quizás demasiado. Por supuesto el casting es fantástico, un derroche de talento en actores y actrices de la realeza de Hollywood: Bryan Cranston, Edward Norton, Jason Schwartzman, Jake Ryan, Scarlett Johansson, Jeffrey Wright, Tom Hanks, Maya Hawke, Sophia Lillis, Hope Davis, Liev Schreiber, Matt Dillon y Tilda Swinton, Margot Robbie, Willem Dafoe, Adrien Brody, apareciendo por pocos minutos incluso.

Sin spoilear e incluso antes de verla podríamos suponer que habrá niños superdotados, amor de niños, amores incomprendidos pero, por sobre todo, simetría.

No me malinterpreten, yo amo a Wes Anderson. Caí ante sus encantos desde que vi The Royal Tenenbaums en el cine -sin hype alguno- y no podía creer lo que veían mis ojos. Esa vez me reí fuerte, me emocioné también. Disfrute cada escena, cada diálogo, cada canción que conformó una banda sonora perfecta.

Según mi muy personal punto de vista, su filmografía tiene 3 grandes bloques:

La cinematográfica maravillosa
Las animaciones intelectuales
La teatralidad preciosista

 

Yo me quedo con el primer bloque, que incluye los Tanenbaums como grandes favoritos, Rushmore, Bottle Rocket, The Life Aquatic with Steve Zissou y hasta The Darjeeling Limited.

Las animaciones, Isle of Dogs y Fantastic Mr. Fox, son lo más bonito que existe, son entretenidas, conmovedoras e inteligentes, obras de arte.

Lo teatral caricaturesco partió, para mi, con Moonrise Kingdom (y casualmente con la presencia de Ed Norton que me encanta), en la que mi capacidad de concentración se vio desafiada peligrosamente. Lo mismo me pasó con The Grand Budapest Hotel, The French Dispatch y ahora, con Asteroid City. Todo es hermoso, pero bidimensional, rebuscado y a ratos, aburrido en su perfecta paleta de color.