Las 7 razones por las que Keith Richards es La Verdad

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por @ConchitaQ

Se dice que Keith Richards es un ícono del rock and roll, gran músico, cínico profundo, con convicciones y excéntrico. Lo cierto, es que a su 71 años recién cumplidos ha demostrado que no sólo es un genio (algo evidente como guitarrista y compositor de los Rolling Stones) sino que un mítico personaje admirado por su excentricidad y filosofía de vida que lo convirtieron en un ídolo.

En la víspera del esperado concierto del 3 de febrero, les comparto las siete razones de por qué Keith Richards es tan bacán:

1. La música y el arte: lo mejor de Keith Richards es que no se reconoce como un artista, ya que una esperaría que después de tantos años, discos, canciones, se crea el cuento de que estará para siempre en la historia de la música. Pero no, no es así, es bien contra intuitivo que no es para nada una persona profunda cuando debe referirse a su dimensión artística (“Art is just short for Arthur”). Es todo lo contrario a otras estrellas que se consideran artistas, porque para él, es puro rock and roll.

2. La creación y el error: Richards no cree particularmente en un proceso de creación basado en la originalidad. Él dice que la mayoría de las canciones las compone cometiendo errores al tratar de imitar a sus ídolos, una actitud deliberada y completamente asumida. En su caso, muchas de sus composiciones fueron tratando de imitar Chuck Berry.
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3. La droga y sus adicciones: saber subir y bajar, un principio que Richards cuenta que no puedes violar. En su autobiografía Life (lanzada el 2010) habla de este equilibrio permanente que se transformó en una filosofía que lo ha mantenido vivo, porque cuando estás arriba, nunca debes ir un paso más allá (y así no repetir la historia de sus amigos, Gram Parsons y tantos otros). “I only get ill when I give up drugs”, ja.

4. La adrenalina y los escenarios: sus peores momentos de adicción a la heroína los vivió después de terminar una gira mundial. A 15 días después de bajarse a los escenarios y llegar a su casa a la vida doméstica. Una nueva adicción a las masas y a tocar en público, porque después de dos años tocando para miles de personas, tres veces por semana, de un país a otro, sin saber la hora, son los momentos que más debe cuidarse. Al final de las giras, y no durante las giras.

5. Las groupies: obvio que ser estrella de rock le lleva de la mano tener groupies. Y lo bonito de Keith Richards es que a diferencia de Mick Jagger y Bill Wyman, tenía una relación bien especial con ellas. Eran siempre un grupo de minas que lo cuidaban como un estilo de enfermeras/madres/amantes, y más que sexo, lo importante es que le provean de drogas locales, alimenten y cuiden.

6. Las mujeres de su vida: Keith Richards fue un cara de raja en el amor. Cuesta imaginar que le quitara y se escapara con la mujer de su compañero de banda Brian Jones (heavy pensar que él murió al año siguiente de este episodio). La famosa actriz y modelo Anita Pallenberg con quien estuvo 13 años (y tres hijos: Marlon, Angela y Tara), y parte el capítulo de su autobiografía refiriéndose a ella como “sexy fucking bitch”. La otra gran mujer en su vida es Patti Hansen, con quien tuvo dos hijas: Alexandra Richards y Theodora Richards  (obvio que las dos son modelos y artistas ja).

7. La familia y el legado: el año 2014, junto a su hija Theodora lanzó el libro Gus & Me donde cuenta de lo importante que fue su abuelo Theodore Augusto Dupree, un director de orquesta que en su casa tenía muchos instrumentos, y que fue la persona que lo introdujo en la música. Una mirada que habla de su infancia, a través de imágenes ilustradas para el relato de este cuento de niños que habla sobre esta bonita relación entre abuelo y nieto, y el amor por la música.

¡Nos vemos el 3 de febrero!
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