Cosmetiquero: Clarisonic Mia 2 para limpiar la cara

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por Daniela Paz (@dnlpz)

Cuando uno encuentra un producto perfecto, como un champú, crema, labial o lo que sea, no puede volver atrás. Eso me pasó cuando comencé a probar Clarisonic, en pocos usos supe que era justo lo que necesitaba.

Siempre he sido de piel grasa, he probado todas las cremas, he ido a cosmetólogas, dermatólogas, me han recetado de todo, pero nada resultaba. También agrego bastante de culpa, porque generalmente mis tratamientos duraban poco, se me iba olvidando aplicar los productos y los efectos se iban pasando. Por eso les vengo a contar por qué me encantó el Clarisonic.

Para quienes no lo conozcan, este pequeño aparato del que me habían hablado un montón de veces, es un cepillo que tiene una técnica de micromasaje sónico, que limpia el rostro gracias a sus 300 micro-pasadas por segundo de su cepillo (tecnología sónica) y su uso también permite reducir el tamaño de los poros y ganar luminosidad.

La manera de usarlo es demasiado fácil y nunca se te va a olvidar. Como me aconsejó una amiga, lo dejé en mi ducha, entonces todos los días está ahí para recordarme que tengo que usarlo, con estos dos simples pasos:

1- Si estás maquillada, desmaquíllate solo los ojos y humedece tu rostro y el cabezal del cepillo con agua tibia. Aplica el producto limpiador sobre el rostro o el cepillo húmedo.

2- Enciende tu Clarisonic y selecciona la velocidad. Desplaza suavemente el cepillo sobre el rostro con movimientos circulares. El temporizador te indicará automáticamente cuándo cambiar de zona: comienza por la frente 20 segundos, después 10 sobre la zona de la nariz y del mentón 20 segundos y 10 segundos en cada mejilla.

Así que con un minuto contado con reloj, se ven los efectos a las pocas semanas. Desde que lo empecé a usar, ya veo mi piel distinta, y además viene con un práctico empaque, para que lo lleves incluso a los viajes.