Por eso es increíble pensar que incluso antes de que llegara el año 2000, por allá por 1997, cuando Santiago empezó a ponerse más entretenido, fue cuando Santo Remedio -contemporáneo de muchas otras propuestas interesantes de la época, como el Etnico, Puro Chile, Sarita Colonia, Corazón Errante- irrumpió en la escena de los panoramas locales, este sigue en pie, vigente perteneciendo a la lista del 2% de locales que pasan los 20 años según estudios.
Más que ser el “lugar de moda”, el Santo Remedio funciona como un espacio versátil, multipropósito, capaz de acoger exposiciones de arte, cumpleaños, celebraciones; con vocación de cuna para decenas de bandas y dj’s emergentes, generando espacio y mucho contenido a la vida nocturna y bohemia santiaguina.
Santo Remedio viene haciendolo por 25 años, fiel a su identidad y calidad, la cocina y la barra son reconocidas por su personalidad y exquisitez con sus platos estilo tapeo, para compartir y la coctelería de autor distintiva, con clásicos como el Burdel y Catrina.
