Ya no estoy aquí

Ya no estoy aquí, cine mexicano actual en Netflix

¿Aburrida de ver películas en inglés con realidades que no nos identifican? ¿Necesitas sangre latina en tu pantalla? Si es así, te recomendamos ver Ya no estoy aquí, una película mexicana estrenada recientemente en Netflix que se merece, además de todos nuestros halagos, entregarle sus casi 2 hrs de duración de nuestro pandémico tiempo libre.

Ya no estoy aquí, cine mexicano actual en Netflix 1Por PS
¿Aburrida de ver películas en inglés con realidades que no nos identifican? ¿Necesitas sangre latina en tu pantalla? Si es así, te recomendamos ver Ya no estoy aquí, una película mexicana estrenada recientemente en Netflix que se merece, además de todos nuestros halagos, entregarle sus casi 2 hrs de duración de nuestro pandémico tiempo libre.

La película relata la vida de Ulises, un joven de 17 años que vive en un sector marginal de Monterrey y que lidera una pandilla de adolescentes llamada Los Terkos.

La pandilla pertenece a la cultura kolombiana, un movimiento que aparece aproximadamente a fines de los noventas y principios de los dosmiles en Monterrey como consecuencia de la llegada masiva de colombianos a vivir a esa ciudad.

Los terkos son fieles representantes de la cultura kolombia, tanto en su estética ─que incluye un muy particular corte de pelo y atuendos de influencia hip-hop/latina/indígena─ como en su pasión por la cumbia rebajada, que es una mezcla entre la cumbia colombiana y el vallenato (pueden buscar la banda sonora en spotify y entrar en un interesante “viaje kolombiano”).

Además de lo estético y musical, Los Terkos son para Ulises su familia, de la que se separa cuando se pelea con miembros de otra pandilla y tiene que escaparse lejos para salvar su vida.

Así es como termina de ilegal en Estados Unidos, específicamente en un suburbio en Queens, Nueva York, pero Ulises no habla inglés, en Nueva York no escuchan kumbia, los latinos no se sienten latinos y extraña volver al suburbio que le pertenece, el de Monterrey.

La película tiene muchos atributos pero creo que la mejor palabra para describirla es realista, en su lenguaje, en sus locaciones y en su reparto. Una muy buena y premiada película para salir un poco de lo gringo y meter la cabeza a donde realmente pertenecemos: Latinoamérica.

Ya no estoy aquí, está en Netflix.