por Mariana y punto
No manejo, pero muchas veces me toca ser copiloto, y en esa ardua tarea para una peatona que suele conocer las calles según los recorridos de las micros, me he sorprendido con la utilidad real de esa aplicación llamada Waze.
Sé que existe hace tiempo, pero más que nada había visto a pocos amigos usarla en carreteras o bien para seguir indicaciones en lugares en los que no se ubicaban, y yo para la carretera prefiero tener paciencia nomás, y para ubicarme ocupo el mapa del celular. Pero cuando vi a mi amiga Juana Rosa usarlo en Santiago para eludir calles congestionadas por los tacos de la hora punta fue que caché lo maravilloso que es Waze.
Primero permites que la aplicación vea tu ubicación, luego pones tu dirección de destino, y Waze te da la opción más rápida para llegar según la información que los mismos usuarios han ido poniendo en vivo (también te da varias otras opciones de rutas, por si por alguna razón la rapidez no es lo más importante, sino que quizás hay calles por las que prefieres no pasar); te dice cuántos minutos te demorarás en llegar (hemos comprobado esa precisión hasta en los horarios más difíciles), te muestra la ruta en el mapa y una amable voz te va diciendo lo que tienes que hacer.
Lo más importante es siempre hacerle caso. Aunque parezca una ruta rara o creas que en esa calle siempre hay taco o te tengas que devolver un poco, la efectividad de las rutas y tiempos de Waze sólo son tales cuando las sigues de forma exacta. (Aunque claro, siempre hay que estar atentas a los sentidos de las calles y otros posibles imprevistos de la vida real, para no terminar en un lago como Michael Scott en esta maravillosa escena de The Office).
Como no todas las personas con las que me toca copilotear usan Waze, decidí bajar la aplicación yo misma, para poner disponer de ella en momentos de necesidad de sugerir rutas posibles, y para poder colaborar alertando a los demás usuarios sobre eventualidades como tráfico, pacos, accidentes, cierres de calles o errores del mapa.
Waze también es mi copiloto! En general soy súper, súper ubicada en las calles, pero a veces me toca ir a lugares donde jamás había andado ni en auto ni en micro ni en metro, así que pongo el waze y voy sin problemas. El año pasado lo probé en otros países y me funcionó excelente.
Yo siempre lo uso. Trabajo lejos y con la cantidad de taco que hay hoy en Santiago, siempre es buena una ayudadita en los atajos.
Eso si, el famoso “tiempo estimado de llegada”, si bien algunas veces es exacto, en otras ocasiones puede variar facil en 20 minutos, por lo que no siempre hay que confiarse.
Me gusta más Google Maps con su opción de ruta, aunque tenga la voz ezzzpañolada.
Además parece que pesa menos en el cel que Waze (vivo con el típico mensajito de problemas de almacenamiento) pero no avisa de los pacos, eso es lo ùnico.
I <3 google
amor y odio, asi como me ha hecho volar dándome una ruta con menos congestión, otras veces me ha mandado a pasear y a darme la vuelta del tonto.