por @frantorresc
Como asesora de moda confieso que no soy tan fan de la ropa en general, mi amor mas bien recae en dos ítems especiales: los zapatos y las chaquetas. Y es aquí en las chaquetas donde me detendré para que hablemos del futuro invierno. El trench coat o impermeable siempre ha sido mi obsesión a niveles infinitos por 3 razones muy simples:
– Son delgados pero pueden abrigar
– Tienen una forma recta pero lo puedes acinturar
– Son largos, por lo que, debajo puedas andar con la peor pinta y nadie lo notará
Mido 1.58 cm de estatura, uso trench largos y siendo curvy de cuerpo los uso de manera ancha sin ajustar la cintura. Con esto quiero decir que, contradiciendo todas las reglas de mis colegas y libros, un trench le puede quedar bien a cualquiera, porque un trench debe venir acompañado de la actitud para verse bien.
Tenía 12 años cuando vi a Ingrid Bergman vistiendo uno y pensé: quiero una de esas prendas. A los 15 me compré mi primer trench (que hasta el día de hoy conservo), pero claro, ha pasado mucho tiempo y hoy mi colección es de 14 impermeables en total. No soy la mejor referencia para hablar con objetividad de esta prenda pero insisto le puede quedar bien a todas (eso sí, confieso que odio con todo mi ser los con manga globo, para mi, eso esa una invención del retail local; por favor, eso no es un trench).
El clásico es el Trench Coat Burberry (su creador Thomas Burberry creó la gabardina, la tela precisa para esta prenda) y su competencia directa es la mítica Marca London Fog, ambas, rivales son inglesas.
Si quieres tener uno, siempre recomendaré la ropa usada y te aseguro en un 80% que con paciencia y suerte encontrarás un London Fog y con mayor constancia aún, un Burberry original.
