Mi mundo privado en un cuaderno

Visual: Mi mundo privado (en un cuaderno)

Encontramos a una especie en extinción: un grupo de personas que todavía registran sus pensamientos, vida y trabajo en cuadernos, bitácoras o croqueras.

Visual: Mi mundo privado (en un cuaderno) 1por Michele Monet
Encontramos a una especie en extinción: un grupo de personas que todavía registran sus pensamientos, vida y trabajo en cuadernos, bitácoras o croqueras. Zancada tuvo acceso a estas mini obras de arte de cuatro profesionales, quienes nos abren su páginas para entregarle un homenaje a este personal y bello hábito.

(El resto de las imágenes –y mucho más– están en la Edición Especial Aniversario Zancada #5, que puedes ver acá o descargar haciendo click en este link para descargar el archivo PDF a tu computador.)

Gabriel Ebensperger S.
fotos: Gabriel Ebensperger
Visual: Mi mundo privado (en un cuaderno) 2Este artista visual también conocido como Ninion, dice que estar sin cuaderno es como estar perdido, muy equivalente a andar sin cámara fotográfica, porque su memoria es frágil y debe registrar de forma inmediata lo que ve y piensa.

Él define que el uso diario de libretas es netamente una herramienta de anotación, en la cual no sólo queda lo pragmático, sino también lo “sin sentido” que se puede encontrar en los bordes de una página de su croquera o en el diseño espontáneo en que registra sus sentimientos del día, tal como él describe este hábito: “mi experiencia humana tiñe esta recopilación de papel”.

Para Gabriel revisar cuadernos antiguos es como mirar un lado de la vida pasada que uno no necesariamente recuerda, y hay mucha memoria emotiva atrapada ahí que para su sorpresa ha resultado una buena herramienta para el presente. Además, él encuentra ideas y dibujos inesperados, cosas geniales que nacieron sin esfuerzo, que son las que él considera las mejores.

Catalina Illanes P.
fotos: Bárbara Mery
Visual: Mi mundo privado (en un cuaderno) 3La gran mayoría de la niñas comienzan a escribir un diario de vida que a las pocas páginas desertan y pasan a otra actividad, pero Catalina (Licenciada en Letras y profesora de lenguaje y comunicación), antes de aprender a leer comenzó su primer diario dibujando animales y el entorno que la acompañaba. Después, al ser más grande, siguió escribiendo y de ahí nadie la paró más.

Casi todos sus “libros” tienen una apuesta plástica, que se traduce en páginas con recortes de revistas o documentos que le ayudan a expresar ese momento de su vida; no le basta con sólo escribir, tiene que diseñar cada página de sus diarios.

Al mirar sus cuadernos uno está en presencia de una verdadera colección separada por tomos y tamaños, hay bitácoras de sus viajes por el mundo, diarios de su infancia y adolescencia.

Actualmente Catalina está trabajando en un nuevo proyecto para su futuro hijo Juan Bautista (quien nace el próximo año); será un libro/registro sobre él, en el cual comenzará a escribir un nuevo capítulo de su vida.

Ariel Richards E.
fotos: Ariel Richards
Visual: Mi mundo privado (en un cuaderno) 4Estudió en la Escuela de Arquitectura & Diseño de la pucv, donde hay una larga tradición de registro en papel. Allá las croqueras se llaman bitácoras y el énfasis está puesto en la observación, es decir, en develar algo a través del dibujo y de la palabra.

Ariel nos cuenta que desde su egreso de la Escuela, aproximadamente hace 6 años, ha seguido haciendo sus propias bitácoras tanto en viajes como para el diario vivir, pero que en estos cuadernos la escritura ha comenzado a ganarle a la imagen.

Ahora, luego de terminar una Moleskine de tapa dura roja, ya comenzó a trabajar en otra, que justo coincide con una nueva etapa de vida el estudio de un Máster en Escritura Creativa en Nueva York.

Para describir su experiencia, nos cita un fragmento de un libro que acaba de terminar de leer, llamado El Año del Pensamiento Mágico, de Joan Didion: ‘poder hacer una nota en una libreta cuando se te ocurre algo, supone la diferencia entre escribir y no hacerlo’.

Francisco Galvez P.
fotos: Bárbara Mery
Visual: Mi mundo privado (en un cuaderno) 5Diseñador y tipógrafo de profesión, comenzó en sus inicios en la época universitaria a registrar y desarrollar en croqueras sus proyectos de diseño. Tenía libretas donde anotaba rápidamente las ideas que luego pasaba en limpio a otros cuadernos más sofisticados, para perfeccionarlas y crear verdaderas obras de arte en sus páginas.

En su primeros cuadernos se ve un ilimitado uso del color, con diferentes técnicas para pintar y dibujar, y luego cuando comenzó a investigar sobre el mundo de la caligrafía, sus croqueras se convirtieron en ensayos visuales monocromáticos de toda su investigación autodidacta, la cual lo llevó a realizar un profundo estudio de la disciplina de la tipografía.

Nos cuenta con nostalgia que ya ha disminuido su producción de croqueras, que la inmediatez del computador lo han alejado del hábito de registrar el proceso y que sólo las utiliza para las ideas iniciales de un proyecto.

Todavía revisa sus antiguas bitácoras que lo conectan con su pasado repertorio visual y que reinterpreta con los conocimientos que ha adquirido en su trayectoria.

21 Comments

  1. Definitivamente me siento muy reflejada en este post,hasta el dia de hoy compro y compro cuadernos y/o libretas y cosas que son para escribir… cada una para un tema a parte… y porsupuesto la agenda escrita a mano!

  2. Si, A pesar de tener un celular donde tengo agenda, siempre tengo agenda pa escribir cosas y croqueras, donde además dibujo y hago cosas con acuarelas tendientes a lo que me está pasando…

  3. Me parece súper interesante este post! la vida va tan rápido que registrar por escrito te permite hacer un alto y te da la posibilidad de mirarte con distancia cuando el tiempo ha hecho cambiar las cosas. Me gusta escribir y dibujar, y creo que es un bonito ejercicio hacer bitácoras, así que chiquillas, hagan también la suya!

  4. siempre he tenido cuadernos, tengo blackberry pero en mi cartera siempre tengo un cuaderno para escribir de todo, hay direcciones, cosas que tengo que hacer, y pensamientos todos en el mismo lugar. Cuando más niña tenía cuadernos estilo diario de vida, durante años escribí uno dedicado a un gran amor, estaban escritos dirigidos a el como pensando en que algun día las leería, con el tiempo descubrí que me hacian mal porque en mis momentos de bajón releía cosas que me bajoneaban, mi fin de esos cuadernos fue cuando una vez lavé las sabanas de mi cama y entre ellas se me fue el ultimo cuaderno que estaba escribiendo, fue como que el destino me dijo, olvidalo!!..después de eso boté los demás cuadernos que tenía para el y dejé de escribir con dedicatorias, ahora no escribo para los demás sino que para mí y a ese amor lo hice leer una carta hace poco cuando tuvimos un problema…deje de escribirle cuadernos no cosas puntuales…

    http://pensandoenpalabras.blogspot.com/

  5. siempre he tenido agendas y libretas para hacer mis anotaciones, pero cuando vi éstas encontré las mías tan fomes y feas! Increíbles los registros que encontraste Michele Monet, son pequeñas obras de arte cotidianas, se pasaron

  6. Yo escribí cuadernos desde aproximadamente los 9 años hasta los 19, cuando descubrí que mi mamá espiaba todas mis cosas, y por ende, leía todo lo que yo escribía. Qué verguenza, era lo más intimo de mi.
    Ese día los junté todos, los metí a una bolsa de basura y los tiré en un basurero público, bien lejos de mi casa.
    A veces aún me hace falta esa vía de escape.

    • Woooow!! Calu, a mi me pasó exactamente lo mismo, a la misma edad. Fue terrible, rompió todos los lazos de confianza con mi mamá, me sentí como violada.
      Dejé también de escribir por un largo tiempo, sólo escribía y dibujaba en los viajes, pegando papeles pal recuerdo. Ahora, 10 años después del asunto con mi mamá, volví a escribir diariamente. Y me alegro, porque lo necesito.

    • 19, la edad en que uno se empieza a decepcionar de los papás… a mí me pasó lo mismo cuando tenía 18, y eso que lo leyeron de unas hojas que estaban rotas y pensaban tirar a la basura…

  7. Personalmente, paso por etapas… a veces, me dan muchas ganas de escribir y dibujar, me compro croqueras, libretas y lápices, pero muchsa veces, lamentablemente, quedo ahí… en el colegio mi cuaderno de historia sufría mis arranques de color. Pese a que era uno de mis mejores promedios, la profesora siempre se quejaba de la ausencia de orden en mi cuaderno.
    Una de las últimas libretas que me regalaron fue de una de mis grandes amigas, en un momento que estaba muy triste, diciéndome que escribiera sólo cosas buenas en él. Mientras pude, lo hice.
    a veces me gustaría ser más constante, aunque tengo hartos proyectos personales en ellas.

  8. Yo también uso croqueras!!! me encantan, siempre ando mirando libretas, croqueras y cuadernos q tengan ojalá hojas gruesas, me compraría una moleskine, pero me duele pagar tanta plata :s, en casa ideas tienen unas con la hoja igual un poco más gruesa… me sirve ene

    en ellas dibujo y escribo de todo, pero más q nada dibujo. me encantó el post… tb las miro y me acuerdo de cosas, q ni me acordaba q había escrito y es como “ooh.. eso me pasaba en ese momento”… lo mismo me pasa con el blog.. no lo quito ni me cambio a wordpress o tumblr o a otros formatos de blog más moderos pq me da mucha nostalgia ver lo q escribía antes y lo q escribo ahora… han pasado muchas cosas

    y en serio aguante al registro de la vida por escrito.

    saludos!

    Pao

  9. Mala para escribir bitacoras, me gusta tenerlas inmaculadas y guardadas.mirando las fotos me acorde que desde hace mucho ya que no escribo con mis plumas de caligrafia! Se hacer algunas de las letras que salen ahí,pero ultimamente con suerte hago listas de supermercado

  10. No está tan extinto, yo aun lo hago, tengo cuadernos y ando con mi moleskine pocket y otras libretas similares pa todos lados…
    es una costumbre que comenzó en la infancia escribiendo en las agendas y no la he perdido hasta hoy, solo que ahora son libretas y cuadernos, no una agenda.

  11. Yo tengo ganas de comprarme una agenda de nuevo, para tenerla gordita y llena de recuerdos. De hecho además de escribir era el único lugar donde se podía guardar ese boleto de micro donde el mino que te gustaba te escribió algo lindo… o los tickets del cine con las amigas. Ahora esas cosas se botan o se quedan… ¡En el cajón del velador!

  12. Buenísimo saber que hay gente que aún hace esto, la compañía en esas suertes de “minorías” siempre es bien recibida. Una compañía “simbólica” que alienta a no perder bellas y viejas costumbres….como alguien dijoo, larga vida al registro en papel ¡y a la letra manuscrita!

  13. yo tube muchos diarios , una vez tube uno donde escribia cosas de mis compañeras como me tratavanpero de algunas que siempre estan conmigo cosas buenas escribia como mis dos mejores amigas y otras de su….. de como era su caracter cuando yo les preguntaba algo . Yo tambien tenia diarios pero mi mama los leyo todos y los tire a la basura no queria que me leyeran mis cosas intimos no me gusta

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