Francisca Valenzuela se presentará en su primer Movistar en solitario con “Vida tan Bonita”, su quinto disco. Conversamos con ella sobre la puesta en escena, los momentos previos, la música y la estética de este poderoso disco que la ha tenido girando por Estados Unidos y Latinoamérica.
– ”Vida tan Bonita” es un nombre casi rebelde en estos tiempos, ¿no? como que de un tiempo a esta parte la percepción del mundo suele ser más bien “me quiero bajar”. Te vienen ganas de compensar poner un título con esas características tan positivas?
Me encantó este análisis. Yo también ocupo la rebeldía como tú la ocupaste, porque encuentro que hay una rebeldía en buscar lo que es auténtico y luminoso en la oscuridad. Una rebeldía en seguir tus sueños y ser positivas de alguna manera, y auténticamente.
Más que una compensación creo que fue como una reflexión al ver el cuerpo de trabajo de las canciones, porque si bien tienen temáticas que pueden ser de crisis personal, me di cuenta que todas tenían una añoranza para encontrar lo bueno igual.
Por ejemplo, “Mundos separados”, la escribí y era una fractura familiar y al final era como tipo mi casa es tuya. “Despierto” es social, y está como quedando la cagá pero quiero que enfrentemos la adversidad juntos y no sola. Al final había esa añoranza rebelde de querer sobrevivir a pesar de las cosas malas. De todas maneras, fue una propuesta traer eso y no sucumbir ante la mala onda y la sensación de desesperanza.
– La portada es muy simple y casi atemporal. James Dean podría estar vestido así.
La parte gráfica yo quería que fuera muy noventera, porque el disco lo sentí muy noventero en mi cabeza y por eso la portada, y la referencia era como los tipos de portada de Chayanne, Bruce Springsteen, Madonna, Whitney Houston, Michael Jackson. Era volver a una parte súper pop, pero unisex, simple, pura, atemporal y no tendenciosa necesariamente.
Y el tema del amarillo era porque no se me ocurría un color más vital, y yo le había hecho el quite porque yo nunca me ponía mucho amarillo, no se me ocurría como color, pero de repente me di cuenta que sí era un color vital muy primario.
– El tema de la producción de los video, yo sé que estás siempre en la dirección, en la estética y en la propuesta, ¿cómo llegaste al concepto de “Castillo de cristal”? Para los que no lo hayan visto y lo vayan a buscar, es como prender MTV cuando era glorioso y te encontrabas con estas piezas.
En el caso de “Castillo de cristal” está muy inspirado en Alanis, Cerati, Belinda, Fey, Shakira, Garbage. Quería que fuera algo surrealista, levemente humorístico y crítico igual, porque en los noventas siempre pasaba eso con los videos que eran con harta personalidad y siempre tenían un contrapunto de algún comentario, no sólo estético, pero se construía un imaginario, un mundo, y sabía que quería hacer eso.
Y la trilogía dije, va a ser noventera y una historia, porque en el fondo como la trilogía los tres videos era como apocalíptico el espíritu, y no quería que se convirtiera en algo denso y depresivo y pesado, y que fuera teatral. Y así lo construí y se hizo la dirección, fue increíble armamos un equipo para los tres, lo hicimos de corrido.
Y los siguientes tres los hice combinados entre Chile y México y eran otras exploraciones con un poquito más de introspección.
– Lo que hicimos con “Impostora” –que yo tuve el honor de colaborar– fue increíble, me encantó.
¿Cómo surgió esa idea? Es difícil de definir, porque no es el video oficial de la canción, sino que es como un teaser?
Era un contenido de conversación, le pusimos con la Vale Palavecino tipo video poema o video confesionario. Lo que me pasó a mí es que a veces siento que tengo canciones que tienen mensajes muy puntuales o precisos y a veces me dan ganas de reforzarlos con algo y buscar la manera de reforzarlo sin tener que explicar o poner un texto en un post.
Y me pareció que a mí la idea de poder aprender de cómo otras enfrentan o sienten estas cosas, me parecía súper lindo, entonces por eso colaboramos con la Val para grabar estas conversaciones y generar este muy lindo contenido sobre el sentir del síndrome del impostor y de las posibles soluciones o herramientas para enfrentarlo.
Y me encantó porque era un grupo de mujeres de todo Latinoamérica y España, la idea era poder conectar con esta sensación que a veces se siente muy particular y muy atrapadora y paralizante y saber que a todo el mundo le pasa, y saber que especialmente a las mujeres les pasa, y que hay un desafío para no darse permiso de fracasar y que los números también están abalando esta situación de las mujeres teniendo esta máxima exigencia.
– ¿Qué estás escuchando estos días?
Me encantó el disco de Beyoncé. Estoy escuchando mucho… Estoy escuchando mucho Charly García y Spinnetta porque estuve en Argentina y me llegó una oleada.
Escuché mucho Dua Lipa en la pandemia, pero de todo.
Escuchando música de cantautoras argentinas que me volvieron loca cuando estuve allá, la Jazmín Esquivel, la Sofía Campos, Chechi de Marcos, descubrí toda una oleada de cantautoras, y las muy recomiendo.
Es que también tengo los discos regalones que uno escucha en momentos. En la gira escucho música que es un poquito más evocadora,… He estado bajoneada, entonces ha sido mi compañía, necesito llorar, empaparme en el sufrimiento, jajaja. He estado así como “ayy, cómo me duele”. Entonces estaba bueno acompañarme con música que duele estos días.
-¿Viste los VMAs?
No los vi.
– Empezó con el show de Lizzo, y no tenía bailarines ni instrumentos, sino que era ella bailando y atrás proyecciones que la multiplicaban, y hacía un juego con las sombras. Me emocioné. La canción era muy ochentas y como un retorno al optimismo.
Sí, qué buena observación. Yo creo que ella es un exponente de eso y que ella lo encarna, no sólo su música, es ella, es una cosa muy rebelde. Me encanta.
– ¿Y para dormir escuchas música?
A veces sí.
-Yo escucho el soundtrack de “Soul” la película de Pixar, porque la hizo Mr. Nine Inch Nails, Trent Reznor.
¡Ay, qué lindo! ¡Qué es bacán cuando la música cobra utilidad en cierto momento! Para dormir a veces pongo música, pero a veces me pasa que quedo como media pegada o me despierto después.
– ¿Te molesta el silencio?
En ciertos períodos sí, porque he andado más sola, entonces me molesta después de un rato. Mucho podcast, mucha tele, mucha música. Pero también ha sido rico acompañarse con el silencio, y me acompaña mucho escribiendo, en el computador, y escribo a mano también, pero salen diferentes cosas.
Me pasa que puedo escribir mucho más rápido en el teléfono, y escribo reflexiones poéticas con mayor libertad. Escribo la parte más de mi vida cronológicamente a mano y las canciones es un combo entre teléfono, computador y a mano, dependiendo a dónde me pille el trabajo, y puede sonar algo muy ridículo, porque estaba en la gira y tenía los teclados guardados, entonces tenía un teclado en el celular, y yo sacaba una cosa y tomaba como tres notas…
– ¿Y el show?
Va a ser primer Movistar para mí sola, es un gran hito. Y también es muy emocionante volver a hacer esto en Santiago, después de todo el año de gira por Estados Unidos. Después de la gira por México, Argentina, Colombia y ahora Chile, hacer un Movistar es un gran desafío.
Va a ser un show de recordar desde “Muérdete la lengua en adelante”, la idea es totalmente que sea una recopilación histórica de todo el repertorio, de todo lo que las personas quisieran escuchar más cosas nuevas de los dos últimos discos que no han visto tanto en vivo, y luego la idea es integrar o desarrollar momentos, darle en el gusto a las personas: vamos a tocar las canciones completas en el piano, vamos a hacer cosas con bailarines, puesta en escenas que estoy probando que es súper bonita. Eso me gusta mucho, la parte 360 del proyecto, todo integrado. Vamos a tener invitados nacionales e internacionales.
