por Lala
Me encanta ir al cine y he ido a varias salas para conocer qué tal la experiencia más allá de lo clásico. Así, fui a conocer en su momento la sala IMAX, ya había ido a ver varias películas en 3D y, por cosas del azar, terminé sentada en una sala 4DX, donde viví una extraña experiencia cinematográfica.
La película que vi era de acción, tópico ideal para este tipo de salas donde todo se mueve y aparece aire, olores, agua y un montón de otros acompañamientos para brindarte –supuestamente– una experiencia más real. El movimiento en general me pareció un poco molesto. No es muy agradable el zamarreo, pero a los adolescentes que estaban al lado mío creo que les pareció demasiado entretenido.
Los balazos pareciera que te rozan la nuca y se siente un vientecito justo detrás de la oreja que, en efecto, le aporta a la experiencia. A ratos aparecía viento, una sensación de calor extrañísima, y gotitas de agua que también son entretenidas. En resumen, puedo decir los efectos ‘sensoriales’ son interesantes, pero el movimiento es un distractor.
Para la película que vi, el 4DX estuvo bien, pero creo que no iré de nuevo. Si tengo que elegir algún formato distinto del clásico, me quedo de todas maneras con el IMAX.
