Desde hace mucho tiempo, cuando con mi marido aún no teníamos hijos, íbamos a cuidar la casa de mi cuñada cuando ella viajaba con su marido. Era una casa exquisita, grande, con lujos que nosotros que vivíamos en un mini depa no teníamos; incluso hijos, a quienes llevábamos al colegio, alimentábamos, cuidábamos y obvio malcriábamos.
Lo pasábamos todos bien: para nosotros era como irse a un hotel, con cama gigante, tele de mil pulgadas, piscina y etcéteras. Nos dejaban chelas, cosas pa parrillar, y puros cariñitos a cambio de habitar su casa. Además teníamos la venia pa hacer carretes y usar toda la infra.
Cuando tuvimos hijos (3 ya) se nos hizo más difícil y ese rol lo tomo mi otra cuñada soltera.
Pero hace un par de años nos hemos ido a vivir a casas de amigas durante sus vacaciones. Ellas necesitan que alguien riegue y que se note que la casa no está vacía. Así, nos vamos toda la familia a aprovechar las nuevas instalaciones.
Es rico porque aunque estoy en Santiago, estoy de vacaciones, no tengo que ir a la oficina, y a las 12 ya puedo estar tomándome una chela en la piscina. Sé que si estuviera en mi casa, estaría ordenando los clósets, alistando los uniformes, haciendo aseo profundo y ciento mil cosas más que igual tendré que hacer.
Para mí esto es un “veraneando en Santiago”, que funciona por trueque. La semana pasada fuimos a la casa de mi prima a regar la huerta (grande!) y alimentar a sus mascotas (pez, tortugas y perro!), también nos dejaron cervecitas en el refri y tomamos los tomates que estaban listos para su cosecha.
Me encanta! Como mi marido no está de vacaciones y trabaja en la casa, él se va a trabajar en horario casi normal, así cuida nuestra casa y se preocupa de lo mismo que nuestros amigos nos piden.
Agradezco a quienes nos confían sus huertos, mascotas y hogares y nos hacen pasar largos días de distracción a muy bajo costo.
Siempre que nos vamos de vacaciones mi hermano con mi cuñada y mi sobrina se quedan en mi casa cuidando a mi gata y en general todo, a ellos les gusta porque disfrutan de la piscina y es como si estuvieran de vacaciones por unos días fuera de casa. Esto es posible porque ellos viven con mis papás, porque cuando nos vamos de vacaciones con mis hermanos, como fue en la semana pasada, yo no tenía quien me cuidara la casa, y es un tema complicado. Ahí estaba yo a cada rato me acordaba de mi gata que estaba sola en la casa y que podría andar algún amigo de lo ajeno rondando por ahí, ya que mis papás iban una vez al día a darse una vuelta, porque claro, a ellos ya les entraron a robar una vez y quedaron traumados…. Y cuando mi hermano se vaya a su propia casa, quien me ayudará?… una complicación a la hora de planear vacaciones.
Mi hermano se ha quedado en mi departamento los últimos dos viajes largos que he hecho. Él se instala con la polola en mi casa para cuidar a mis dos perros, y le encanta porque le queda a 10 minutos de su pega, versus la hora que se demora desde su casa. El año pasado me tocó ir con mi marido a cuidar la casa y el perro de mi suegra por una semana, y lo pasamos bacán porque nos fuimos con todo y perros a una casa con piscina en la mitad de un febrero muy, muy caluroso. Yo estaba de vacaciones (mi pega cierra todo el mes, así que son vacaciones forzadas) así que aproveché de disfrutar y descansar. Es una linda práctica!
Nunca me ha tocado hacer esto, pero me tinca! 🙂
Y quièn cuida las casas de los cuida casas ajjaja?
.me pregunte exactamente lo mismo….
depa… infra…
por dios!
En los depas roban casi igual que en las casas, así que vivir en depa ya no es sinònimo de seguridad, por Dios!
Y a mí que me da lata quedarme a dormir en casa ajena, como que me cueta relajarme cuidadando casas. No me gusta nada. Lo he hecho una vez y obvio que lo haria si me lo piden pero no lo veo como vacaciones.