Una perrita rescatada: la historia de Candy

perritacandy
por mbpadron*

Ella es Candy. Una mestiza rescatada de las manos de un “representante de la ley”. Su actual cuidador (un señor muy humilde a quien llamaremos Pepe porque prefiere permanecer en el anonimato) la encontró en la calle cerca de un cuartel. Estaba famélica, las costillas sobresalían de su debilitado cuerpo. Tenía sarna y el pelo se le caía por bloques. Ante tal espectáculo de maldad y abandono, Pepe buscó al dueño -que tuvo el detalle de ponerle collar-. Lo enfrentó y se la llevó.

Durante tres meses, Candy recibió comida, tratamiento médico, cuidados y -sobre todo- amor. Pepe la cuidó como a una hija y logró que volviera a ser la perrita cariñosa que seguramente fue antes de que un humano la maltratara. Y así paseaba orgullosa a su lado hasta que el dueño maltratador la encontró y quiso recuperarla porque la vio sana como nunca antes.

Candy trató de escapar, pero descubrió que su mejor escudo siempre sería Pepe, el salvador. Con acertados argumentos, y explicando que prefería dejar de comer antes de que la perra sufriera y pasara hambre como antes, lo convenció. Y al final -sorprendentemente- la razón tiene todas las de ganar.

Ahora Candy es una perra feliz. Aprendió a perdonarnos por ser humanos y vive como cualquier mascota que se siente querida. Gracias a Pepe volví a creer que no existe dinero suficiente en el mundo para comprar amor y compasión.

*Si quieres escribir en Zancada, tienes que mandar tu texto con título y nombre con el que quieres firmar a [email protected] en un mail titulado TEXTO. Como siempre, si va con nuestra línea editorial felices lo publicaremos.

3 Comments

  1. Gracias, Pepe <3

    Realmente no entiendo a la gente que abandona a sus perros o gatos. Mi mamá encontró a la Chichi en la calle, cerca de su consulta, después de que sus dueños la botaran porque tenía sarna. La llevó a la casa y todos nos enamoramos de ella. Después de 15 años con nosotros, ahora la cuidamos y acompañamos en la recta final. Está enfermita y vieja, pero ha vivido una vida feliz, sobre todo lejos de esa familia desnaturalizada que la abandonó.
    Gente como Pepe me hace recuperar la fe.

  2. A veces siento tanta decepción por el ser humano, tantos actos de maldad, corrupción, maltrato. Pero personas como Pepe hacen que en mi corazón exista una luz de esperanza.

    La historia de Candy tuvo un final feliz, pero cuantos animalitos están sufriendo actualmente, ya sea abandonados o a manos de maltratadores. Somos tan pencas como especie, deberíamos ser todos más Pepes en la vida.

  3. Hermosa Candy, a pesar de lo que le hicieron sigue confiando en el ser humano y no pierde esa luz preciosa que irradian sus ojitos, un ejemplo de vida. Gracias Pepe!

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