Por Jocelyn Jara
Con La Mala Senda como los invitados encargados de abrir su show, la banda norteamericana Stone Temple Pilots se presentó nuevamente en Chile.
La Mala Senda
Pocos minutos antes de las ocho de la noche, los chilenos de La Mala Senda llegaron al escenario de San Diego, para abrir los fuegos de lo que sería una jornada cargada de rock noventero.
Y si de rock noventero hablamos, el grupo formado en 2008 sabe de sobra, ya que justamente su música está fuertemente influenciada por el rock alternativo, el grunge y el stoner, con lo que se han ganado el derecho de abrir los shows de bandas tan emblemáticas de estos géneros como The Smashing Pumpkins, Candlebox, y ahora, a Stone Temple Pilots.
Comenzaron con “Máscara” dando cuenta de inmediato de su gran puesta en escena y de lo bien que suenan en vivo. Luego continuaron con “Vívelo”, para dar paso a su nuevo single titulado “En la ciudad”.
Obviamente que los músicos se mostraron muy felices por estar presentes en uno de los conciertos más esperados del año, y además compartiendo escenario con Stone Temple Pilots, declarando abiertamente su amor por ellos, “amamos esta banda desde chicos”, señaló el vocalista y guitarrista, Goto.
Cerraron su presentación con “Despiértame” y “Desaparecer”, dejando al público feliz con la fuerza de sus canciones, pero también más ansioso por lo que se venía.
Stone Temple Pilots
Los fanáticos del rock de los noventa somos gente muy apasionada por nuestras bandas favoritas, y eso quedó demostrado ayer, ya que, aunque Stone Temple Pilots haya salido unos cinco minutos antes del horario estipulado, todos comenzamos a pedirlos apenas se bajó del escenario el grupo invitado.
Fue así como al apagarse las luces, fueron entrando uno a uno los miembros sobrevivientes, el guitarrista Dean DeLeo, su hermano Robert con el bajo, y el baterista Eric Kretz, sumados a Jeff Gutt, el vocalista que en 2017 llegó a ocupar el puesto del icónico Scott Weiland, y de Chester Bennington, quien también fue parte de la banda.
Los hits no se hicieron esperar, ya que comenzaron de inmediato con “Wicked Garden”, imprimiendo toda la energía que los caracteriza y que los sigue manteniendo en pie, luego de una carrera cargada de tragedias por la muerte de sus antiguos cantantes.
En este sentido, es que Jeff Gutt intenta llenar este gran vacío de manera humilde, pero sin quedarse atrás, puesto que logra demostrar que su voz puede abarcar un recinto completo como el Caupolicán, y no sólo reproducir a Scott Weiland.
Sin embargo, para aquellos que somos más nostálgicos y amantes de los íconos del grunge como lo fue Weiland, aún nos queda ese vacío que sentimos que jamás va a poder llenarse. Sin ir más lejos, cuando Gutt se acercaba al público, yo tenía la sensación de que iba a encontrarme con el rostro de Scott, lo cual resultó bastante triste.
Mientras se me pasaban por la cabeza todos los recuerdos de una adolescencia anacrónica en cuanto a la música que escuchaba por esos años 2000, seguían sonando puros clásicos de esta banda que me entregó muchos buenos momentos cuando apenas tenía unos trece años. Tocaron casi todas mis canciones favoritas como “Vasoline”, “Big Bang Baby”, y la poderosa “Down”.
Luego continuaron con temas como “Silvergun”, “Still Remains”, hasta llegar a una de las más esperadas por todos, o al menos por mí, “Big Empty”, que trajo toda esa melancolía tan característica de una década que jamás se olvidará. Demás está decir que lloré con esa canción.
Terminado ese pequeño paréntesis, comenzó a sonar “Plush”, que es quizás el tema más conocido de Stone Temple Pilots, y con el que muchos los conocimos en la radio o en el canal VH1 por su memorable videoclip. De manera muy astuta, siguieron con otra ultra sonada, “Interstate Love Song”, acompañada del coro de las miles de personas que estábamos ahí para disfrutarla.
“Crackerman” hizo que todos saltaran y bailaran, pero también lo hizo “Roll Me Under” que corresponde a la era post Weiland-Bennington, y que fue grabada con la voz de Jeff Gutt en 2018.
Lamentablemente quedó fuera del setlist “Creep”, una de sus canciones más desgarradoras, entre otros temazos como “Lady Picture Show” o “Days of the Week”.
Hacia el final del show tocaron la movida “Trippin’ on a Hole in a Paper Heart”, entre otras y cerraron su exitoso nuevo paso por Chile con “Sex Type Thing”, dejándonos a todos satisfechos y también seguros de que ni el grunge ni Stone Temple Pilots dejarán de sonar, lo que se agradece profundamente, pese a que ya no esté Scott Weiland entre nosotros, porque, al fin y al cabo, anoche su espíritu estuvo más vivo que nunca.
Fotos: Miguel Fuentes