Slow Pieces vende ropa vintage, minimalista que promueve la sustentabilidad. Fran Torres es la creadora de este emprendimiento: una curatoría de prendas que ella usaría y que reflejan en estética y estilo a la marca.
Fran lleva 25 años trabajando en moda: “Pasé por todas las áreas”. Desde los 7 años llegó a la ropa usada por necesidad, “muchos de los que vivimos en los 70 y 80 experimentamos la pobreza de distintas formas, desde heredar ropa de familiares hasta tener que comprar ropa usada“. Pero en su trabajo también debió trabajar con ella: “La ropa vintage siempre fue parte de ese proceso, porque siempre tuve acceso a ella y cuando no encontraba ropa para producciones o comerciales, ir a Bandera era parte de mi trabajo”.
Slow Pieces, adiós fast fashion
Armar Slow Pieces fue un proceso natural para Fran. Su interés por la ropa nació al ver a su padre siempre bien vestido: “Eso fue un referente, además de pasar temporadas largas en Paris y Berkeley, donde la gente se vestía muy distinto a Santiago entre los 80 y 90”.
El trabajo en Slow Pieces, que ya lleva 2 años, es lento: escogen las piezas, las lavan, reparan cuando es necesario, les hacen fotos, toman medidas y empaquetan. “No trabajamos a la rápida”. Y no sólo venden ropa, también han vendido objetos antiguos como vasos, platos, tazas, alfombras y cubiertos.
Si bien Fran Torres está ahora en Dinamarca, Slow Pieces se vende en Chile: “Mi hermana está a cargo de la logística y antes de partir dejamos fotografiada y categorizada parte del verano y adelanto de otoño. Actualmente contamos con un stock de 4 mil prendas para todo el 2021”.
La ropa no se bota
“Como diseñadora de oficio aprendí que la ropa no se bota porque tiene miles de maneras de seguir existiendo antes de botarla. Desde ser reparada para seguir usándola o desde repararla para no donarla rota. Hay tanta ropa en el mundo que botarla directamente a la basura mezclada con desechos es una falta de respeto para el planeta.
En el caso de nuestro negocio, lo que no nos gusta, por que no es el estilo de la marca, NO SE VENDE en ningún tipo de plataforma. En estos casos tenemos 3 canales para reutilizarla: En invierno donamos al Cesfam de San Joaquín y hacemos mantas para la gente en situación de calle, y en verano la donamos a una villa de la comuna de Peñalolén.
Y lo que esta muy roto o mal traer, se desarma y los botones y cierres en buenas condiciones, se los regalamos a nuestros amigos diseñadores. La tela la transformamos en mini bolsas para meter productos”.
¿Cómo comprar en Slow Pieces?
Hoy están en Instagram como @slowpieces, sólo debes seguirlos. Slow Pieces trabaja bajo la premisa de que la ropa no tiene género ni tallas, sólo medidas, por eso cada fotografía incluye centímetros de hombros, busto y largo junto al precio. Cuando las prendas están vendidas, lo dicen en la descripción de la imagen. A principios de mayo, a más tardar, tendrán lista la página web para que compres directamente desde ahí.
