Ya eran tantos los rumores y turbiedades que veníamos escuchando en las últimas semanas respecto a Sampaoli, la plata y la ANFP, que debo decir que la confirmación de que Sampaoli se va de la selección chilena de fútbol no me dolió tanto como la primera vez que me mandaron por whatsapp un audio en el que aseguraban que el DT iba a renunciar.
Pero sí me da pena que haya terminado ensuciándose de esta forma el impecable paso que había tenido Jorge Sampaoli por la Roja, siendo el DT que al fin había continuado el legado del legendario Bielsa, y que había terminado por lograr lo que muchos chilenos aficionados ansiábamos desde toda la vida: ganar algo en fútbol. Y no cualquier cosa: una Copa América. En una final frente a Argentina.
Muchas veces no entendí y cuestioné sus curiosas decisiones en la cancha, pero finalmente siempre terminaba tapándome la boca, y haciéndome comprender lo incomparable que es la labor de un buen técnico y la forma en la que decide enfrentar cada partido; que los jugadores sean buenos y tengan garra es fundamental, pero que un entrenador sepa cómo motivarlos y plantearlos en la cancha también es trascendental y puede cambiar la historia.
Finalmente, después de acusaciones y especulaciones, bajo la dirección del nuevo presidente de la ANFP -Arturo Salah- se llegó a un acuerdo en el que dicen que Sampaoli pudo negociar su salida pagando bastante menos que 6,3 millones de dólares que se supone establecía una salida anticipada por contrato. Y hoy, oficialmente, Sampaoli dejó de ser el entrenador de la selección chilena.
Tal como lo hizo mi querido Mauricio Isla en su Instagram, pese a todo, creo que no me queda más que agradecer a Sampaoli por su participación en lo que fueron algunos de los mejores momentos de mi vida.
Foto: Carlos Parra / ANFP
Pastelero a sus pasteles…. Por fa sigue hablando de picás pa ir a comer.
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