POR FER
Sí, a (casi) todos nos gusta la primavera. Empiezan los días tibios y oscurece más tarde, lo que permite que comience la temporada de terraza post pega. La vida básicamente nos sonríe, hasta que de un momento a otro aparece esa enemiga que se mantuvo escondida durante meses: la alergia.
La oficial aguafiestas de esta época, esa que empieza su declaración de guerra con tímidos estornudos y un pequeño picazón que no sabes cómo combatir, hasta convertirse en una aguda congestión nasal que no te deja vivir. Ahí termina la alegría de recibir la anhelada primavera con sus flores y brotes verdes. Si son alérgicas, esta temporada es su propio “agosto”.
Lo peor es que nadie está a salvo, porque la alergia puede detonarse en cualquier momento incluso puede dejarte en paz un año para caminar entre los plátanos orientales y al siguiente puede ser tu condena por osar siquiera mirar uno de esos árboles.
Pero calma, que no todo está perdido, sobre todo si no quieren ser dependientes de los antialérgicos, que lo que más hacen es dejarte atontado. Si lo que buscan es una alternativa natural, la infusión de Rooibos puede ser lo suyo.
El Rooibos, es un arbusto que crece en Sudáfrica y entre cuyas propiedades destaca el ser un antihistamínico natural, proporcionando alivio a todos quienes padecemos con el cambio de estación, con el polvo, el polen o que incluso han tenido alguna reacción alérgica a algún alimento.
Es rico en minerales, antioxidantes y fitoquímicos. La infusión de esta planta no produce sueño, a diferencia de otros antihistamínicos, tampoco tiene cafeína o teína por lo que también puede ser consumida por niños y embarazadas (obvio confirmar cada caso con su doctor).
En Adagios Teas, por ejemplo, pueden encontrar distintas alternativas de Rooibos, desde las hebras puras hasta mezclas saborizadas con vainilla, arándano, o sin oxidar. Así encontrarán un aliado contra la alergia en la naturaleza misma.
