Review: Nova Materia en vivo en Sala Metrónomo

Por @quena

Para descubrir el fuego, solo se necesitaron piedras y pedazos de madera. Para inventar la rueda, también. Y son esos mismos elementos los que le bastaron a Eduardo Henríquez y Caroline Chaspoul –la pareja fundadora de los míticos Panico (que en mayo celebran sus 30 años con un show en la Blondie, no olvidar)–, para reinventarse y crear un tipo de música nueva. 

Nueva, pero que siempre estuvo ahí, porque la propuesta única de Nova Materia en realidad es una mezcla de elementos conocidos: música electrónica bailable (con la misma esencia rock y post punk de su antigua banda), a la que se suma una capa experimental que depende de cómo quieran comportarse los elementos que eligieron convertir en instrumentos: piedras, troncos secos, pedazos de metal; elementos inertes que cobran vida al ser raspados, percutidos o golpeados y que, como todo lo que tiene vida, se vuelven impredecibles, dejando a esta performance a medio camino entre lo calculado y el azar.

También hay guitarras que no se tocan como guitarras. Están puestas de manera horizontal y tocadas con baquetas, con un e-bow, o simplemente golpeando las cuerdas con las manos.

Los accidentes son inevitables, y por eso cada vez que se interpreta una canción, esa versión va a ser única e irrepetible.*

Es una música hipnótica, de temas que se van mezclando unos con otros, con coros repetidos como mantras por voces distorsionadas. La acompaña un juego de luces estroboscópicas y los protagonistas apenas están iluminados, provocando un contraluz de sus siluetas sobre la pantalla. Parece que el show quiere llevarnos a una especie de trance y convertir al público a su vez en un material maleable, que también tiene su dualidad: los sentimientos encontrados entre las ganas de perderse bailando y las de observar con atención todo lo que pasa en el escenario.

Review: Nova Materia en vivo en Sala Metrónomo 1

*Una vez leí o escuché a Bob Dylan diciendo algo que me gustó mucho: que no existen las versiones “originales” ni “defnitivas”, que las que quedan en los discos son simplemente las que por casualidad quedaron grabadas, y que cada vez que una se toca una canción es una nueva versión original.

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Portada de su último single: Fictions of Myself