Resumen Candy, Capítulo 05: Candy Machuca

por José Miguel Villouta*

Ok girlie gurls.

Reeeeeecap! (Tienen que leerlo en su cabeza con el mismo tono que Missy Elliot grita: Reeeemix!)

Primero. Un miniresumen de lo que pasó el capítulo anterior:

Candy está con síndrome de abstinencia y a punto de internarse en la Clínica Santa Sofía debido a que su relación con Angie está como la reputación de Claudio Fariña: fucked up.

Ann le ha dicho en una carta que en su casa adoptiva no quieren que tenga contacto con el HDP ya que la historia oficial que le contaron a los sirvientes es que ella es hija de un pariente lejano, que es como los cuicos les dicen a los primos pobres.

Así es que nada de DMs, de sexting, de código morse, nada.

Mientras Candy moquea, un rucio genérico trata de engrupírsela pero sale arrancando cuando se da cuenta que esta es… bueno… chana.

Cuando nuestra heroína vuelve a donde le corresponde, se encuentra con que de la familia de este tipo la ha ido a buscar para “que ingrese a Los Leagan”, probablemente de mucama ejecutiva.

Disculpen si sueno un poco clasista pero el puto capítulo de hoy se llama “ADOPTADA POR UNA FAMILIA RICA”.

Oksies. Veamos qué drama inapropiado para menores de edad tenemos frente a nuestras narices:

Candy está dándoles las gracias a sus dos mamás por haberla ubicado en una casa bien. No se si soy yo pero las señoras no están muy contentas de que C esté con actitud: “Beeeeetch, no more friggin’ soup”.

Lo mejor de todo es que Cuntie cree que ella es la quintaesencia, así es que decide no despedirse de nadie para que no sufran. Como cuando uno quiere irse de una fiesta y no se despide de nadie para tener que ahorrarse a la gente que te dice “¿Pero cómo? ¿Te vai?”

Y uno: “Ehhhh…sí, me estoy despidiendo”.
Y la gente “¿Pero cómo? Si mañana es domingo”.
Y uno: Sí, pero es que me tengo que levantar temprano”
Y la gente: “¿Pero cómo? ¿A qué hora te tenís que levantar?”

Bueno, algo así le está pasando a Candy con sus dos mamás en este momento. Pero como no hay vuelta atrás la Señorita Ponyo le pasa una joya kitsch donde la crucificada es su amor platónico.

Le dice “Acepta compartir los juegos, se alegre, jovial y amable”. Candy le contesta “Beeetch, me adopto una familia no la Revista Miss 17”.

En ese momento Candy entra en modo “a ver” ya que Sor Paula tiene su pijama. Inmediatamente Ponyo le dice que es porque cuando un niño se va, le bordan el nombre, lo que hace que me pregunte: What The Fucksies Mc Fuckises?

¿Acaso sus nuevos hermanos millonarios se van a confundir y van a creer que el pijama de Candy es de ellos?

Ponyo termina la conversación aconsejándole a Candy que “pase lo que pase nunca debes llorar” que es lo mismo que “trágate tus sentimientos”.

Así es que ya sabes Candy: si tu nueva familia adoptiva es sádica te desquitas comiendo, hay unas weas que se llaman Arrocitas que venden en el Jumbo y que sirven ene.

Luego Toei Animación nos presenta, sin anestesia, a un personaje nuevo muy importante para Candy pero que nosotros nunca habíamos visto: Paty Leiva.

Candy está loca ya que le habla a Paty MIENTRAS ESTA DUERME y le dice que siempre podrá pernoctar en su cama, ya que “las niñas que duermen en ella serán lindas como yo”.

Ah ¿sí? –Me pregunto- ¿Acaso la pajas de ese colchón tiene Q10?

Tómense su tiempo. No dije lo que ustedes creyeron que dije.

Después de despedirse del meón, del que le pega a las mujeres y de la anoréxica, Candy hace su maleta y por maleta nos referimos a meter solamente el pijama.

El resto de la ropa, al parecer, la lleva puesta incluyendo ese ridículo jockey que las chicas insisten en usar con la visera hacía adelante.

Mientras Sor Paula con esta cara:

Se nos muestra un montaje muy triste donde Sor Paula recuerda los días de Candy en este orfanato clandestino y aparece esta imagen que enviaremos inmediatamente a Meganoticias.

Cuando Candy ya se echó al pollo, el meón se despierta buscándola para contarle que por primera vez no tendrán que darle vuelta el colchón. Pero ya es tarde, Candy ha dejado toda esa asquerosa miseria de desechos corporales atrás.

Y ahí está la razón por la cual nuestra zorrona quería irse piola: Último día, no quiero ver meados.

Cuando los niños se dan cuenta que Candy no está, salen corriendo con cara de “No nos dejes acá”.

Entre los huérfanos que no pueden creer este abandono, está Ruth de MTV.

Candy está ya en el camino de tierra cuando llega el mapache insalubre y es como “Ugggh…déjala tranquila…dale un descanso porfis”, pero nuestra tía como tiene claramente problemas de afecto y de abandono dice “Ok, Klint, tu ganas, ven conmigo”, logrando que todos cachemos que va a llegar a su nueva casa entrando con la alpargata izquierda.

Luego Candy está en un paradero haciendo dedo para que la lleven a donde sus papas nuevos y es como “¿No deberían ir a buscarte?” “¿No estará Candy en un trip de sobreactuación adelantándose a los hechos?”.

Cuando en eso llega Tom con su Sugar Daddy. Tom está vestido con camisa rosada y la saluda con esta actitud.

Lo que viene es una especie de relleno en el que Tom y Candy compiten en sus habilidades con el lazo. Candy no logra llegar a una manzana que se encuentra lejos y Tom le gana ya que con el lazo alcanza a hacer una cuelga de macramé.

Cuando ya van arriba de la carreta Tom se la tira y le dice que en vez de haber sido adoptada por una familia rica, “debería haber sido ADOPTADA POR UN GRANJERO”.

Y Candy ¿Por qué?
Y todo Youtube: “Really, Candy?”

Cuando el papá de Tom se entera que va donde la familia Legan le dice lo mismo que la señorita Ponyo “Bla bla bla, te van a pasar muchas cosas, bla bla bla, no llores nunca”. Nada de “llámanos” o “acá estaremos”. Es decir, Candy se las tiene que rascar sola en este animé de ultra derecha.

Cuando llega a la casa de los Legan –a pie– dice “Se parece a la Casa de la Cultura de Ñuñoa, al Museo Artequín”.

Como buena flaite entra gritando “Hay alguien aquí?” cuando no le llega un balde de agua desde arriba. Cuando mira, está parado en un balcón mi ex con una mina colorina. No quiero saber quién es.

A nuestra heroína le sacan los choros del canasto. Esta pesca su lazo y le amarra la mano a mi ex diciéndole “Pide perdón o te hago caer”. Candy entiende al pie de la letra esa máxima: “Sólo hay una sola oportunidad para causar una buena impresión.

Sale mi ex suegra y luego los cuatro están en un living. La colorina se llama Elisa, es modelo y tiene rabia contra el mundo desde que se enteró que estuvo a punto, pero no quedó como embajadora Miss Triumph.

Ahora, detengámonos en eso. ¿Sí o no que las embajadoras Triumph son como las nuevas Miss Paula?

Sí, bitches.

Y ¿Sí o no que la Miss Paula tenía mucho más onda que la Miss Chile? Yo una vez, cuando estaba en tercero medio me las di de scouter de modelos de mis compañeras de colegio y a un par las convencí y todo. Les sacaba fotos en la azotea de los edificios ya que yo era como un Jordi pero más del Grange.

Pero divago.

Cuando Candy está cachando de que el rucio no está considerado en el inventario familiar se preocupa, pero nadie le responde ya que le paran los carros diciéndole que a los niños del balcón hay que decirles “Señorito Nils” y “Señorita Elisa”, nada de tratarlos por el nombre de pila.

¿Se tendrá que ganar la huacha los porotos lavando todo lo que son los kgds?

La señora le canta todo claro: No va a ser la hermana ya que la han llevado para que Elisa tenga a alguien a quien bitchear. Le dicen eso sí que le van a enseñar a leer y a escribir, a tomar los cubiertos y a limpiarse de adelante para atrás.

Justo en eso llega Claudio Doenitz el fotógrafo de Año 0 que bailó al lado de Nicky Hilton en NY y les toma está foto para la vida social.

Cuando Candy se queda sola, se pone a llorar, pero luego se alegra, no sabemos si es porque es una broma que le está haciendo al mapache o porque entra una niña que en la escala social va a estar mas abajo que ella.

Es La Nana, no la de la película de Sundance, sino que la mesera de True Blood cuando era jóven.

Se hacen amigas y esta le va a mostrar su pieza: “Es un desván no muy aseado” y Candy “¿Pero no es tu pega?

En ese momento Nils le tira el gato siamés a La Nana en la cara, la que cae por las escaleras como el coche de la guagua en el Acorazado de Potemkin.

La maleta vuela y queda abierta. Mi ex pesca el pijama y dice “con este estropajo puedo limpiar la escalera” y cuando se va a limpiar los zapatos, Candy entra en modo UFC Championship y se tira encima de él quedando en la posición conocida en el mundo swinger como “La Vaquera”.

Qué weona más desubicada. No alcanza a llegar y a los 20 minutos hay problemas, dramas y peleas. Una psicoanalista le diría: Candy ¿No será que tú generas estas situaciones? ¿No será por esto que Angie se alejó? ¿No será por esto que tu mamá te dejó en la nieve?

Candy está en su pieza nueva. Cacha que es cochina, pero es de ella. La manda a llamar mi ex suegra y le dice que o pide perdón o se devuelve por donde entró. Justo antes de que se venga la pelea con lluvia de chanes llega –al igual que en Sailor Moon– un hombre a salvar la situación.

Es el Señor Legan, quien deja en claro que Candy ha llegado para que los Legan jr. aprendan a estar en contacto con los problemas verdaderos. Candy es entonces una Machuca en versión delivery.

Cuando el señor Legan se va, vuelve la vieja con la pelea y le dice que si no pide perdón despiden a La Nana. Hay un momento de tensión con encuadres de los ojos de todos los personajes y la música que ponen cuando en Primer Plano juntan al Negro Piñera con Huelén Bidalgo.

Candy finalmente se disculpa, que es lo que uno hace cachando cacha que va a tener pieza donde poder dormir solo y comida para rica foreveralone.

Pero Eliza le dice que tiene que arrodillarse y Candy se arrodilla.
Y Eliza le dice “Repite, soy culpable.
Y Candy lo hace pero mi ex agrega: “Dilo más alto”.
Y Candy lo dice y mi ex “Otra vez”.

Así que: ahí tienen el por qué están cagadas de la cabeza todas ustedes que vieron esta mierda cuando tenían 11 años.

Yo en cambio a puro Jem, que era empresaria, artista y gracias a Sinergy una chica 2.0. ¿Por qué creen que salí artista yo?

Candy está en su pieza convenciéndose de que será feliz MIENTRAS LLORA.

Llega La Nana y le dice que cuando está triste piensa en sus hermanitos: “Sí, tengo 8, es algo increíble”.
Y Candy: “No en Chile, donde es bien visto ser una Octomom”.

Candy entonces intenta pensar en el HDP con esta imagen:

En buena, luego de ver esta imagen, todos nos sentimos mejor.

Pero ella encuentra en el suelo un cuadro del rucio de la insignia nazi y la nana le dice que “Viene por acá varias veces”.

El capítulo termina con Candy escribiéndole una carta al HDP diciendo que es muy feliz porque tiene un cuarto para ella sola, no como cuando tenía que dormir en esa pieza que parecía set de Pelotón.

Nuestra chica que es toda una Glenn Close / Hervidora de Conejos comienza a psicopatearse con el príncipe que le dirigió la palabra SOLO UNA VEZ con este tipo de imágenes:

Así es que cuando te preguntes “Por qué me engancho tanto con los weones después de culear una sola vez” es porque cuando tomabas la once/leche/te, Candy era tu ídola máxima.

Si hasta completaste el álbum con la esperanza de canjearlo por un poster todo cagón, que más encima estaba agotado en la librería de la esquina.

No te me hagas.

Ya. Me voy al sauna del edificio de mi ex con el que terminamos muy amigos y hablamos todos los días via Blackburied.

Nos vemos el próximo martes y escríbanme en los comentarios: “¿Son hipócritas si a sus hijos los dejan ver solo Discovery Kids”

Y no se me adelanten con los capsies.
Buh-bah!

Capítulo 5, parte 1
Capítulo 5, parte 2
Capítulo 5, parte 3

*zancudo invitado